2016-12-29

¿CUÁNDO EMPIEZAN LAS TRADICIONES?

En mi pueblo cuando algo se repite dos años seguidos, se convierte en tradición. Para el tercero ya es costumbre inveterada.

Estas fechas navideñas son propicias a las tradiciones. El alumbrado navideño, los banquetes, los villancicos o los conciertos son una muestra. Parece que son de toda la vida, pero todas tienen un principio. Alguien se las inventó o las hizo por primera vez o las copió de alguna otra parte. Algunas -me apetece decir esta frase- hunden sus raíces en la noche de las tiempos.

El pino es tradición pagana del norte de Europa que festejaba el solsticio de invierno. Los regalos de estas fechas derivan de los que se hacían los romanos en las celebraciones saturnales. Tanto lo uno como lo otro los cristianos lo incorporaron a su parafernalia festivo-religiosa. La costumbre de instalar belenes o nacimientos es del siglo XIV exportada a buena parte del mundo desde Italia. Hay otras más locales como el Olentzero de los vascos, las escobas que esconden los noruegos o la ropa interior de color rosa de los argentinos por citar alguna. Mitología y tradiciones que los cristianos han tenido mucho esmero en sincretizar en su beneficio.

Papá Noel, Santa Claus, San Nicolás o como diablos se llame a ese obeso simpaticote, porque los tres son lo mismo, forma parte de esta mezcolanza, aunque se ha impuesto un carácter más crematístico gracias a Coca Cola.

Volviendo a mi pueblo, se ha convertido en tradición, no exenta de polémica que el Rey Negro de la cabalgata sea siempre el mismo. El que organiza el cotarro, vamos. El rey del mambo. Y, haciendo un inciso,  ni los reyes eran tales ni eran tres. Parece ser que una representación pictórica lo estableció como verdad para siempre. Retomando al Negro del Mambo. El tipo es blanco, así que se embadurna la cara de negro-negro y los labios de rojo-rojo, lo cual no deja indiferente a nadie. A unos da miedo, a otros da risa o a otros indigna. Mira que hay en la cuidad modelo dónde elegir.

Sobre la representación del, digamos, fundador del cristianismo, es donde quiero hacer una reflexión. Aunque lo de fundador da para muchos libros. Se dice de él que siempre fue judío de religión porque de raza está claro que lo era. Incluso hay quien sostiene que ni siquiera existió y que la nueva religión fue idea del emperador Constantino en el S/IV. 

La figura principal del belén es el niño Jesús desnudo o con poca ropa. Todo un exhibicionismo convertido en tradición cristiana que siempre me ha llamado la atención. Tanto al nacer como al morir nos lo presentan casi completamente desnudo, sin ninguna consideración a la dignidad de su persona y a cuanto representa. Es curioso ¿tendrá esto alguna simbología, alguna razón de ser? Pues seguro que sí y todo apunta a la idea de mover al enternecimiento y a la compasión. Nace muy humilde, sin ropa en pleno invierno, es de suponer que sus padres se habrían ocupado de abrigarlo convenientemente. Algún pintor lo representó así en un lienzo y se quedó para siempre desnudo. Con la sensibilidad actual acerca de la protección a la infancia, roza la pederastia. Igual que los niños-ángeles que siempre revolotean por los cuadros completamente desnudos. Aunque, como dicen que no tienen sexo, igual esto no cuenta.

En cuanto a la representación de alguien crucificado, es simplemente macabro.¿Quién tiene en la pared, encima del sofá o de la cama una foto de su padre con la lengua fuera ahorcado por la justicia, o la de su hijo en el suelo en medio de un charco de sangre, a quien una pandilla de pegó un tiro? Pues eso.

En definitiva, la Navidad trae sentimientos encontrados. Puede gustar, poco, mucho, nada o resultar indiferente. Incluso hay quien la desconoce. No estoy seguro de si la celebración incrementa la creencia en las religiones que la festejan, lo que sí tengo por cierto es que lo que incrementa son los negocios.

2016-12-13

GRAFITI VS BÚNKER

El grafiti fue una pintada contestataria y reivindicativa de un movimiento urbano y rebelde. Hace tiempo cambió el sentido,  aunque muchas siguen conservando ese carácter de denuncia. Pasó de ser pintada subversiva o una gamberrada a considerarla arte. De recibir multas por hacerlas a cobrar por ello.

No es nuevo esto de embadurnar paredes. Tiene una larga historia. Ya lo hacían los romanos. El auge se dio en los setenta del siglo pasado con la masiva pintada de trenes y metros.

Ahora el mundo del arte lo ha adoptado en su seno como una forma más y, ciertamente, hay verdaderas maravillas por cualquier rincón. Conservan, eso sí, las paredes de edificios y puertas como lienzo y el aerosol como material. Un tal Banksy, mundialmente conocido en este mundillo, es el mejor grafitero actual. Si dicen, será, yo no tengo motivos para contradecirlo.

Cambian también los usos de los edificios. De fábricas pasan a ser museos, de locales comerciales a viviendas, de pisos a negocios y de tugurios destartalados a viviendas de lo más cool.  

Parece que Berlín es la galería de arte urbano al aire libre más grande del mundo. No sé si la mayor, pero sí se ven muchas. Lo que queda del Muro de Berlín y otros edificios es lugar idóneo para ello. Como lo es el barrio Misión de San Francisco con murales que abarcan edificios enteros.

Hoy traigo una foto que representa precisamente lo que he comentado: el grafiti hecho en un edificio reciclado. La tomé en Berlín. Es una obra que el artista que firma con el palíndromo XOOOOX, hizo en el cemento de lo que en su día fue búnker alemán en la II Guerra Mundial, reciclado ahora en galería de arte privada y donde su propietario ha instalado un ático como vivienda. No se puede dar más antagonismo entre ambos conceptos.

La foto que se puede ver pinchando en la pestaña superior IMÁGENES.





2016-12-03

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE O CÓMO CAMBIAR EL MUNDO

El reciente fallecimiento de Fidel Castro, lo uno al también fallecido Eduardo Galeano ocurrido el año pasado y, para completar el trío de ilustres sudamericanos, a Ernesto Che Guevara. No voy a glosar la figura y obra de ninguno de los tres, ni para ensalzarlos o vituperarlos, que de eso se emplean a fondo otros, especialmente contra Fidel y el Che, porque al literato más bien se le ignora.

Frases dichas por ellos en torno a una misma idea, me sirven de pretexto para desarrollar un comentario al que hace tiempo le vengo dando vueltas. Para Fidel no existía en el mundo fuerza capaz de aplastar la fuerza de la verdad y de las ideas. Decía el Che que no hay que esperar a que se den todas las condiciones para la revolución, el foco insurreccional puede crearlas. Por su parte Galeano acuñó el concepto de que mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo. Dicho resumidamente: pequeños gestos pueden cambiar el mundo.

Son enunciados llenos de esperanza que animan a seguir  adelante a quienes trabajan por el progreso de los demás y con los que no puedo estar más de acuerdo. Cuando digo los demás me refiero a todos, a la humanidad en general, no a un grupo de privilegiados. Cierto es que por mucho que se oprima a quienes luchan por un mundo más justo, siempre quedará en su interior un rescoldo por pequeño que sea de sus ideales. Lo malo es que esa fuerza de quien tiene las ideas y la verdad, no es capaz, a su vez, de vencer a la fuerza oponente, que sí que tiene bien implantado su modelo basado en la codicia. Mucho tendremos que cambiar y muchos cientos de años tendrán que pasar para que las ideas de solidaridad, igualdad y respeto sean una realidad.

Es cierto que los pequeños gestos pueden cambiar nuestro pequeño mundo pero, igual que los veo imprescindibles, los veo manifiestamente insuficientes para cambiar la totalidad. No creo que esta suma genere una sinergia tal, porque, en realidad, ni siquiera son una suma, sino acciones aisladas, individualizadas, deslavazadas entre sí. Deberían darse al unísono por parte de todos para ser efectivas.

Estos gestos, también llamados microrrevoluciones, son posibles pero son parches que no arreglan el fondo estructural de los problemas. No cambian la política general, no son capaces per se de obrar una transformación global. El diez por ciento de la población mundial tiene en su poder el noventa por ciento de los recursos del Planeta. Están bien organizados, tienen el capital, las armas, los ejércitos, los políticos, muchos estómagos agradecidos e infinidad de pusilánimes que jamás harán o dirán nada. Frente a ellos están quienes únicamente pueden hacer política -y no en todos los casos- casi como un juego, como una concesión y que no tienen nada de lo anterior y por último están los millones de personas que bastante hacen con subsistir y para quienes el mero hecho de pensar es un lujo inalcanzable.

Dicen los defensores de la teoría de las microrrevoluciones que la única manera de que los débiles puedan vencer a ese diez por ciento, es cogiendo parcelas de poder y pasar de lo local a lo global. Volvemos a lo mismo. Para cambiar todo haría falta una gran revolución social. No estoy hablando de pegar tiros. No hay que temer a una palabra que también se usa para hablar de revolución industrial, tecnológica o de la moda.

Yo soy pesimista o mi realismo me lleva al pesimismo. Creo que las microrrevoluciones no están a la altura de lo que exigen las circunstancias. Hay mucho interesado y mucho conformista, así que la brecha social aumentará y tendremos cada día más desigualdades.  A esto hay que añadir que los vientos políticos van en una dirección totalmente opuesta y de manera destacada en Europa y Norteamérica. Esto va para largo.








2016-11-16

EL ENCARGO

En la sección RELATOS BREVES publico el relato con el que el pasado mes participé en el
taller de escritura Literautas.   Se puede leer pinchando la pestaña superior .

2016-11-07

THAT IS AMÉRICA

Los tres grandes temas que me sorprendieron en mi visita a USA y que comenté en el post anterior: comida basura, sin techo y religiones, se concentran en una foto tomada sobre la marcha en una calle de Los Ángeles. Demasiadas contradicciones juntas. Unos sin techo –y supongo que también sin comida- viven al lado de un gran cartel que anuncia un carnaval: «festival de comida» y de un lujoso edificio cuyos propietarios predican la caridad, o al menos se supone: «Escuela preparatoria del Bendito Sacramento de Jesús».

Voy a ser un poco sarcástico. Supongo que no los tendrán a los mendigos apalancados a esos bancos para que sirvan de ejemplo adverso y estimular al alumnado a estudiar para que no acaben como ellos. Por cierto, los bancos están hábilmente diseñados para hacer imposible tumbarse a lo largo de él, ya que, como se aprecia en la imagen, tienen unas incómodas barras que lo impide y que no sirven siquiera para apoyar los brazos. Así que están hechos a conciencia. Y no me refiero precisamente al sentido de haber orado con rectitud.

Y para rematar -nunca mejor dicho- la escena, descubro que en banco de la derecha, se asoma una mano empuñando un revolver y apuntando al individuo que se encuentra de pie. Se trata de la propaganda de la película «Los siete magníficos», pero se presta a elucubraciones interesantes. A mí se me ocurren varias y no muy amables, del estilo de: “No me gusta tu cara, negro”, “Este banco es mío”. Así que no me he resistido a subir seguidamente otra foto con otro encuadre y algún retoque de estilo.

Se pueden ver ambas pinchando en la pestaña superior IMÁGENES.



2016-10-31

AMERICANOS

Está muy extendido que, cuando se habla de los americanos, se refiera únicamente a los de Estados Unidos. Tal vez lo hayan fomentado ellos por potenciar su hegemonía, pero es ningunear al resto de millones que habitan el continente, por encima y por debajo. Así que decir «los americanos» no es nada o lo es todo.

Hace poco he visitado la costa oeste y poco más, California, Arizona y Nevada. El placer ha sido inmenso, pero la idea que me he llevado es sesgada, casi diría muy local, como no podía ser de otra manera, ya que existe una América profunda muy extendida y otra urbanita en la costa este. Lo visto está lleno de contrastes, de mezclas, de diversidad en definitiva. Hay anglosajones, hispanos, afroamericanos, chinos, autóctonos, vamos, lo que viene a ser indios y supongo que del resto del mundo, ya que aquello fue en su día la Tierra Prometida. Lo cual me reafirma en la creencia de que la propaganda oficial que nos venden obedece a un estereotipo que no se compadece con la realidad.

Lo que más me ha impresionado para bien ha sido su naturaleza. Pero, claro, poco mérito tiene porque siempre ha estado ahí y en abundancia. El mérito está en que saben cuidarla razonablemente bien. Respecto a las ciudades, por resumirlas en una palabra, diría de San Francisco que es espléndida, Los Ángeles exorbitada y Las Vegas una desmesura.

San Francisco tiene barrios estupendos, arquitectura fascinante de estilo victoriano, lo que le da un punto de distinción que la hace singular, el Golden Gate, la bahía, los parques, el Barrio Chino y Alcatraz. Pero también está llena de mendigos o homeless como les llaman. Los hay en todas las ciudades, pero aquí en demasía. Incluso por las calles más elegantes.

Los Ángeles tiene de todo. Más de diez millones de habitantes; miles de turistas; lujosas mansiones; una Citi moderna; museos; estrellas del cine que solo se ven en el suelo de un Paseo de la Fama sin famosos pero lleno de gente de todo menos glamurosa; lo que en su día fueron teatros de postín, transformados otrora en cines y reconvertidos ahora en iglesias de extraño culto con extraños feligreses y, al igual que en San Francisco, tiene gente necesitada por miles. Viven en tiendas de campaña o chamizos construidos por ellos mismos en cualquier acera, especialmente en un bario. Cada cierto tiempo van a limpiar los empleados municipales. Arrasan con todo y al poco tiempo la gente vuelve porque no tiene dónde ir.

Las Vegas es una ciudad de verdad, con universidad, hospitales, talleres y tiendas, donde la gente nace, trabaja, se reproduce y muere, pero parece un gigantesco parque de atracciones. La realidad es que todo está montado alrededor de ese objetivo. Diversión, juego y sexo. Aunque digan que no está permitida la prostitución, las estampitas que repartían por la calle insinuaban otra cosa. No niego que sea una ciudad con diversión asegurada, sobre todo si te gusta perder los ahorros. Las Vegas se resume en: pequeños jugadores, grandes perdedores y un ambiente de calle tirando a vulgar. Tengo referencias de que existe otra ciudad, otro ambiente, pero no lo vi. Supongo que depende de la cartera. En definitiva, no te la puedes perder.

Destacaría tres cosas que se veían por dondequiera. La obesidad bastante generalizada, producto de una alimentación poco saludable. Los sin techo que ya he mencionado, para quienes alguna ONG tiene montado en una plaza un espacio para aseo, peluquería, ropa, etc. Todo con amabilidad y cariño. La tercera es la presencia de la religión. Las tradicionales como judíos, cristianos de todos los colores, musulmanes, las nuevas como la Cienciología y las incatalogables por raras que ya he mencionado antes, donde una cuadrilla de quince o veinte entre los llamados hispanos y afroamericanos vestidos con túnicas hechas de alguna cortina, increpaban a viandantes, proclamando que Jesús es negro y que «ahora es el día de la salvación». La Catedral católica de SF donde se practica yoga y supongo que también culto. Todo esto tengo documentado.

Las personas son amables al menos en lo superficial, pero individualistas en lo general, lo que propicia que el sistema no funcione igual para todos en las cosas básicas. O, dicho de otra forma, funciona estupendamente para unos, regular para bastantes y mal o muy mal para muchos que se apañan como pueden. La desprotección estatal es una triste realidad asumida, parece, dentro del paquete de lo que llaman el estilo americano, el emprendedor, el sistema de oportunidades. Esto se traduce en salarios basados en las propinas que debe añadir el cliente a la factura, Seguridad Social de la que se desentienden las empresas y pensiones que no llegan a cubrir las necesidades básicas. O sea, el sálvese quien pueda. El sueño americano se convierte en pesadilla.

Algo de lo que he visto, las tres ciudades de las que he hablado y un pueblo, se refleja en la composición fotográfica que se puede ver pinchando en la pestaña superior IMÁGENES.


2016-10-06

CULTO A LA IMAGEN

Hace tiempo hablé en otras dos entradas sobre la casualidad y la coincidencia. No voy a insistir en ello porque no viene al caso, pero tengo para mí que, por la una o por la otra, este verano he viajado más de la cuenta.

Ya he hablado de Rusia, así que, al hacerlo ahora sobre Estados Unidos de América –también conocido como EE.UU y USA-, voy a seguir el mismo esquema y con títulos parecidos. Si la foto de Rusia la titulaba “culto al líder”, la que publico ahora es “culto a la Imagen”.  Me ha parecido muy notable el ansia por mostrar una imagen atrayente con fines comerciales por lo menos. Pero de todo ello ya hablaré en un próximo post.

Sirve esta introducción para presentar la foto que se puede ver pinchando en la pestaña superior IMÁGENES. Es un detalle de la mítica “Ruta 66” que conserva, solo en apariencia, la misma imagen de lo que en su día fue, pero que, intuyo, ahora se mantiene en gran parte más por fines crematísticos que por la rebeldía del movimiento contracultural, libertario y pacifista Hippy nacido en los sesenta y que tuvo en esa ruta un protagonismo destacado, especialmente entre moteros.

2016-09-09

FACTORÍA MADE IN RUSIA

Hoy traigo una foto de jóvenes tomada en Moscú. Nada de particular. Supongo que se parecen a los de cualquier otra parte del mundo. Las estéticas y las aficiones los igualan. Pero lo que me llamó la atención de este grupo es la excesiva uniformidad. Todos visten vaqueros, camisa a cuadros y zapatillas deportivas azules. Todos tienen barbas y un peinado bien cuidado. Todos holgazaneaban de la misma manera. Supuse que eran amigos y que habían quedado no para interactuar entre ellos sino con las múltiples oportunidades que les ofrecen sus Smartphone. Nada que no veamos en nuestras ciudades.

La foto se puede ver pinchando en la pestaña superior IMÁGENES.

2016-08-20

RUSIA, MODERNIDAD Y TRADICIÓN

Los estereotipos son las percepciones que se suelen tener de personas o colectivos, casi siempre simplistas y exagerados que, en la mayoría de ocasiones, falsean la realidad o, al menos, la simplifican. Son pequeños retazos que se toman aisladamente para aplicarlos a la generalidad hasta hacerla poco fiable. Pasa con la mayoría de países que apenas conocemos y pasa, como no, con Rusia, país que tradicionalmente ha recibido una propaganda poco amable y que he tenido ocasión de visitar recientemente.

De los rusos sabemos muchas cosas: Primero fueron los Zares, la dinastía Romanov, Rasputín, Dostoyevski, Tolstói, Tchaikovsky, Stravinsky, Kandinsky, Bakunin, Trotski, Lenin, Stalin, Gorbachov, Kasparov, María Sarapova y tantos que la lista sería interminable. Vencieron a Napoleón y a Hitler y fueron los primeros en poner un hombre en el espacio. Han sido  y son pioneros en temas científicos, políticos y culturales. Fueron un poderoso imperio y siguen siendo potencia mundial. Sobreviviendo a todo, cuatro estereotipos que no pueden faltar: Siberia, la Montaña Rusa, La Ensaladilla Rusa  y la Ruleta Rusa.

Todo esto es lo que mayoritariamente se conoce, pero hay más. También aspectos negativos que mucho tiene que ver con el escaso poder adquisitivo del ciudadano de a pie. He visitado únicamente San Petersburgo -antigua Leningrado- y Moscú y he percibido lo suficiente como para complementar estos clichés.

San Petersburgo es el fruto del sueño de Pedro el Grande, Zar más destacado de la dinastía de los Romanov, quien la convirtió durante siglos en la capital del imperio y centro cultural del país. Representa el lujo exagerado. Mansiones decimonónicas de estilo europeo se reflejan en las aguas de los canales que atraviesan la ciudad.

A Moscú llegamos de noche, pero aun quedaba suficiente luz para apreciar el contorno amurallado del Kremlin, sus amplísimas avenidas, su renovado parque automovilístico y su temperatura veraniega. Moscú ya no es la capital del comunismo que todos imaginábamos de gris plomizo y soldados enfundados en sus casacas. Hay edificios grises estilo Stalin, pero son magníficas construcciones muy apreciadas y demandadas. No en vano quien las hacía mal podía terminar en Siberia. La gente es amabilísima, viste elegante, se puede pasear por sus calles con confianza y las mujeres son hermosas. Es una ciudad próspera, avanzada, abierta, colorida, con inmensos parques bien cuidados, llena de vida, de actividad, de turistas y de más de doce millones de habitantes que hacen de ella la capital más grande de Europa. Con el acierto de conservar lo antiguo que es mucho y bueno y de renovar lo viejo, lo cual se nota en las innumerables obras que abundan por doquier, seguramente acicalando la ciudad de cara al mundial de futbol que se celebrará en 2018, pero que permanecerán para la posteridad. 

Supongo que sería conveniente arañar un poco más la epidermis para conocer sus intereses e ilusiones, las miserias y carencias de este pueblo, pero eso no está al alcance de un individuo como yo que llega con un pack de turista.

Destacar algunas cosas entre las muchas que me han llamado la atención. La decoración en distintos estilos de cada estación del Metro de Moscú que constata que lo práctico y lo bello son compatibles. La escasez de motos y bicicletas. Seguro que el clima es factor determinante para que no se usen. La abundancia de Iglesias, todas bellísimas, su estilo, fachadas, iconostasios, mosaicos, frescos, decoración. Todas de religión ortodoxa. No sé si esta abundancia va unida a la práctica masiva de la oración. Se veía gente devota pero no tanta como cabría suponer en una población numerosa, añadido que la mayoría de visitas eran de turistas. Daba la impresión de que la religión está bastante arraigada en su historia y que la devoción que sus practicantes ponen es intensa. Por último me impresionó la sonrisa de un ruso con una dentadura perfecta toda de oro. Me temo que no los llevaba así porque ahora lo estén poniendo de moda los famosos, sino porque viene de una cultura que, por lo visto, aún subsiste en esas latitudes para aparentar un estatus social elevado. Rusia modernidad y tradición juntas.   

Como siempre suelo hacer, cuelgo una composición de fotos de arquitectura representativa. Se puede ver pinchando en la pestaña superior IMÁGENES.

2016-07-19

CULTO AL LIDER

En abril de 2015 publiqué una entrada que trataba sobre liderazgo. No quiero repetirme, pero únicamente cito tres ideas que exponía: La primera es que no me gustan los líderes (ninguno, de ningún tipo, color o forma). La segunda que vienen bien para la consecución de objetivos. La tercera que no es fácil ser un buen líder.

En esta ocasión tomo el tema desde otro punto de vista. Sé que hay más y de todos los colores, pero la frustrada intentona golpista de Turquía y mi reciente viaje a Rusia, pone a los dos de actualidad.  Máxime cuando, al parecer, superando sus desavenencias, ambos se están haciendo amigos, dicho de forma coloquial, o empiezan a tener intereses estratégicos comunes.

Yo no soy analista político y menos sobre asuntos internacionales, por lo que no me siento capaz, ni es mi propósito, analizar qué hay detrás o a quién beneficia cuanto ha pasado en Turquía. Opiniones hay de todos los gustos, pero tengo para mí que esta asonada militar ha devenido en fracaso por el llamamiento que su Presidente Erdogan ha hecho a la población para que se echara a la calle. La favorable respuesta que ha obtenido, y la presencia civil desarmada, han paralizado los tanques.

Erdogan, un líder elegido democráticamente, pero que acumula tanto poder y lo ejerce con mano tan dura, que se parece mucho a un dictador. No a cualquiera sino al dirigente de un país con una cultura imperialista que anida en su ADN. Dos aspectos corroboran esta afirmación. Por un lado la brutal represión que está ejerciendo desde el minuto uno deteniendo no solo a militares, sino a jueces, fiscales, policías, políticos y ciudadanos en general, que va más allá de lo que se podría considerar razonable para preservar la Ley y la Democracia. Por otro lado el hecho de llamar a la ciudadanía a salir a la calle para frustrar el golpe, lo considero una irresponsabilidad y un desprecio de la vida de sus conciudadanos por el riesgo cierto al que los expuso. Los golpistas dispararon contra centros estratégicos pero no contra la multitud.

En cuanto a Rusia, el culto al líder se aprecia en cualquier lugar por donde mires. Al menos esa es la sensación que he tenido como simple turista. Las tiendas de recuerdos están llenas de matrioshkas y de camisetas con la figura de Vladímir Putin quien, alternando entre Presidente y Primer Ministro, lleva más de quince años en el poder de la Federación Rusa. Este es otro líder con mano de hierro, como lo demostró en la gestión del conflicto checheno.

Lo de las camisetas lo puedo probar. Había muchas y de todas las poses y actitudes posibles, pero como nuestra coloco una foto –reconozco de antemano que no es muy artística- donde se puede apreciar el gustito que da su propia imagen. A él y a cuantos las compran. Se puede ver pinchando en la pestaña superior Imágenes.




2016-06-18

EL COFRE CON INCRUSTACIONES DE NÁCAR

La entrada de hoy corresponde al relato  con el que este mes participo en una página de internet.  Mensualmente ponen un reto que se  debe cumplir necesariamente y otros que son voluntarios. En este mes el relato debía comenzar con la frase: El anciano encontró la llave en...  y, opcionalmente, tenía que haber un solo personaje. En este caso el anciano.

Mi relato "EL COFRE CON INCRUSTACIONES DE NÁCAR" se puede leer pinchando en la pestaña superior "Relatos breves".



2016-05-06

EL PSIQUIÁTRICO PUEDE ESPERAR

Hoy se cumple otra década desde cuando empecé a escribir mi primer diario. Pero todo cambia. Del papel escrito a puño y letra se dio paso a la página web personal. Cambia la materia, las formas y cambian las personas.

Uno va cumpliendo años y hace cosas que jamás habría imaginado. Muchas, como los blogs, porque ni siquiera existían hace una década; otras porque la edad te hace cambiar, si no el fondo, sí la percepción de la vida. Se relativiza más. Puedes desechar algunos intereses y asumir otros. Se da importancia a facetas que antes pasaban por alto o dejabas para más adelante. Y esto va pasando a lo largo de tu vida. A los veinte, a los cuarenta, a los sesenta, a los ochenta… si es que a esas alturas ya no estás cansado y de vuelta de todo, o hace tiempo que, con suerte, no eres más que un recuerdo difuso.

Yo llevo un tiempo con un interés creciente por la observación de mi entorno más inmediato. Barrios, calles, rincones viejos o nuevos son objeto de mi fisgoneo. Hace unos días entré por primera vez en lo que coloquialmente se le conocía como El Tejado colorado. Naturalmente el nombre lo toma del color de sus tejas que destacaban del entorno. Ahora es el Hospital Psiquiátrico. Siempre lo ha sido. No entré como paciente ni como visitante, únicamente fue la curiosidad de tenerlo ahí toda la vida y no conocerlo por dentro.

De estos centros tuve una percepción distorsionada de la realidad. Tiempo atrás lo relacionaba, sin llegar a los terribles experimentos con judíos del Dr. Mengele, con prácticas y métodos poco científicos como las terapias de electroshock, tratamientos farmacológicos masivos o aislamientos en celdas. No digo que esto haya desaparecido, porque todavía persisten, pero la sensación que tuve en mi visita fue más amable. También hay que decir que recorrí muchos pasillos pero me quedó la sensación de que existía una sección más profunda e inaccesible. Supongo que, aquí también, hay grados.

Me crucé con algunos internos. Todos me saludaron y a todos se les notaba el estigma de la demencia. Uno se agarraba a un radiador, otro limpiaba un cristal, otro intentaba comerse un bollo untando en el café pero con poca fortuna y otra se hacía la remolona ante la insistente llamada de la sanitaria. A mi salida no se me echó encima ningún celador como quien atrapa a un fugitivo.

Después de esta experiencia me pregunto cuál es la percepción de la vida que tienen estas personas con trastornos. Cuáles son sus intereses, sus ilusiones, sus aspiraciones. Qué esperan de la vida y qué les ofrece esta. Y esto me hace volver al principio de este escrito y, todavía más,  afianzar la convicción de que en la vida todo es relativo.

El edificio me gustó. Construido en 1904 guarda su estructura y su decoración característica de principios de siglo XX. Pasillos azulejados, limpios y bien cuidados. Métodos, instrumentales y personal doy por hecho que han evolucionado con los tiempos.

Pinchando en la pestaña superior Imágenes  cuelgo una foto de uno de sus pasillos que refleja ese ambiente constructivo, pero no el otro del que he hablado.




2016-03-26

EL RETORNO DE LA INQUISICIÓN

El otro día Evo Morales y Rafael Correa, Presidentes respectivamente de  Bolivia y Ecuador, denunciaban el intento de golpe en Brasil. La activación de un nuevo Plan Cóndor contra los gobiernos progresistas. Este Plan Cóndor es el nombre con el que se conoce a “la coordinación de acciones y mutuo apoyo entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América y con la participación de los Estados Unidos que se llevó a cabo en las décadas de 1970/80. Consistió en el seguimiento, vigilancia, detención, interrogatorios con tortura, traslados entre países y desaparición o muerte de personas consideradas por dichos regímenes como subversivas o no compatibles con el gobierno de los Estados Unidos y por tanto con las dictaduras militares de la región" (cita tomada de Wikipedia).—Concluían diciendo que en este nuevo Plan: Ya no se necesitan dictaduras militares, sino jueces sumisos— .

Con las religiones pasa algo parecido. Por un lado están los islamistas cuyos métodos han quedado claros. Como decía el fundador del cristianismo “por sus obras los conoceréis”. Están repitiendo lo que hace quinientos años hacían Las Cruzadas o la Santa Inquisición. Pero no podemos esperar a que el mal llamado Estado Islámico, o quién diablos esté detrás de la barbarie que asuela Europa, tarde otros quinientos años en moderar las formas.

Y ¿Qué pasa con la Santa Inquisición? En realidad esta institución jamás ha muerto. Simplemente pasa épocas adormecida como una larva metamorfoseando. Despierta con otra faz pero con las mismas intenciones. De Santa inquisición pasó a llamarse Congregación del Santo Oficio para, posteriormente, llamarse Congregación para la Doctrina de la Fe. Todo ello sin solución de continuidad. Y en esas estamos. La Institución susodicha tiene por función custodiar la correcta doctrina católica en la Iglesia y de paso elimina a quienes osen disentir. Su función trasciende a la mera institución de la Iglesias Cristianas; se encuentra en el espíritu represivo de todas y cada una de las religiones existentes. Todas contra el hereje o contra el infiel.

Hubo una fugaz época de aperturismo y de actualización que duró el tiempo que tardaron los integristas en rehacerse. Con la aparición de los yihadistas, la competencia ha activado una cruel pugna entre ellos por conquistar espacio ideológico. Quede claro que de lo que hablo es de integrismos.

Llevan un tiempo que, al igual que la denuncia política de Morales y Correa, en este ámbito también se ha activado un nuevo plan para rearmar de su pacata moral la legislación y, en general, el comportamiento social. El legislador obedece los dictados religiosos y ultraconservadores y planta en la Ley un enunciado genérico como es ofender o menospreciar los sentimientos religiosos. ¿Los sentimientos de quien?  No se especifican cuáles son esos en ninguna ley. Habrá que conocer todos los sentimientos de todas las religiones para que no nos pongan una denuncia por vulnerarlos.

Ahora ya tenemos una sentencia y una condenada. Qué casualidad que fuera una mujer. Ello en un país de los llamados occidentales, democráticos, aconfesionales y progresistas. Habrá más, seguro. Todo es empezar ¿Que hizo la condenada? Quitarse la camiseta en una capilla de la universidad y quedarse en sujetador. La sentencia añade que dos mujeres se dieron un beso en la boca y cantaron consignas al salir.

Me pregunto si tenemos que esperar a lo que diga el ayatolá de turno para ver si se ha vulnerado algo; si vale la denuncia de cualquier integrista para que te condenen; si pasa lo mismo si se da un supuesto menosprecio de cualquier religión para sufrir igual pena; si por criticar un dogma de fe te pueden encarcelar. Tantas preguntas para una situación que si no fuera preocupante, parecería cómica.

El integrismo cristiano, al igual que las dictaduras americanas, ya no necesita Cruzadas ni Inquisición. Ahora legislan. Como la hacían antaño. Como lo hacen en los países islamistas.

2016-03-08

NO ES NO

Hay que insistir. No es no. 

La palabra tiene la suficiente contundencia como para evitar equívocos. Lo suficientemente clara como para no necesitar explicaciones. NO es lo contrario de sí. Cuando alguien dice no, cuando una mujer dice no, está estableciendo un límite, una barrera que no se puede traspasar a voluntad de un macho.

Hoy es el día internacional de la mujer. No me gustaría que existiera este día específico dedicado a la mujer. No porque no se lo merezca, sino porque esto significa que, en pleno siglo veintiuno, sigue vigente la reivindicación de igualdad con los hombres.

Hoy mismo oía en la tertulia de un programa la intervención de una mujer que, para empezar, felicitaba el día a todas las mujeres por ser su día. No estoy de acuerdo. No sé si tengo equivocado el concepto de felicitación, pero creo que sólo se puede felicitar cuando la ocasión resulta placentera o querida y, en este caso, parecería como si las mujeres habrían alcanzado la emancipación plena. Y nada más lejos de la realidad. Todos los días conocemos casos de asesinatos, violaciones, abusos, desprecios y marginaciones en una sociedad que hace muy poco por superarlo. Y, a la vista de cómo los adolescentes se interrelacionan, la cosa pinta mal.  

Hoy creo que no es un día para felicitarse sino para conmemorar y reivindicar.

Junto con este texto edito una foto que quiere representar ese NO contundente y reivindicativo. Agradezco a la actriz, persona muy querida, que me ha autorizado su publicación. Se puede ver pinchando en la pestaña superior Imágenes.

2016-02-12

SIN FRONTERAS

Dicen que las cifras son tozudas y los números objetivos. Yo no lo tengo tan claro. Si quieres arruinar un discurso o falsear una evidencia, empieza por soltar cifras, datos, porcentajes y cantidades. Lo que es necesario para el conocimiento de una realidad, se convierte en el muro que la oculta. 

Esto es lo que ocurre cuando se habla de desplazados, de damnificados, de hambruna, de guerra, de miseria, de sufrimiento. Las personas dejan de serlo y se convierten en números. Ya no se trata de Khaled, Leonel, Nadir o Mamadou. Estos se convierten  en un porcentaje, en un colectivo donde, a mayor número, menos personas.

Con los desplazados se empieza por robarles los ahorros que tenían para rehacer su vida en la tierra prometida. Luego se les retiene en los llamados países de contención, es decir, en tierra de nadie. Luego se les etiqueta. Si su motivación es política o económica. Si entre ellos hay infiltrados portadores de todos los males. Si interesan únicamente los varones como mano de obra barata. Que si estos para ti, estos para mí y la mayoría para nadie. Entre tanto pasa el tiempo sin que se planteen soluciones efectivas. Lo que ocupaba el prime-time de la televisión deja de ser noticia, como si esos miles de individuos se hubieran volatilizado. Cada día se crean nuevas fronteras o se refuerzan las existentes. Las físicas, las políticas, las culturales, las mentales, las artificiales o se trazan líneas rojas. El problema se enquista y cada día, esto sí es seguro, irá a más hasta que estalle.

Las personas se desplazan por necesidad; porque allá donde viven es un infierno; porque se mueren de hambre, porque la naturaleza se ha vuelto hostil o porque les matan. Da igual el lugar del mundo donde nos situemos. Entre América del norte y del sur, entre África y Europa, entre el este y el oeste, entre el campo y las ciudades, entre los ricos y los pobres. Desde que los humanos somos bípedos, hemos recorrido continuamente todo el mundo. No me refiero a los que lo hacen por curiosidad, sino por algo más vital como es por carencia de elementos básicos de subsistencia. Y todavía hay algo peor. Son los que han llegado a una situación límite en la que ni siquiera tienen capacidad para desplazarse y están instalados en una desesperanza resignada.    

 Las desigualdades y la codicia son las causas de la miseria. Ese es el modelo que tenemos.  Modelo que se potencia por quienes lo tienen todo y por quienes teniendo poco o nada, lo aceptamos.

¿Quiénes somos los que estamos instalados en la apacible comodidad de nuestros hogares para impedir a un congénere lo mismo que nosotros gozamos? Tenemos pánico a que vengan y nos quiten “lo nuestro”, nuestro bienestar, nuestros valores, nuestra forma de vida y estoy seguro de que esto que tenemos es consecuencia de que ellos no tienen nada. No se trata de lo que nos van a quitar, sino de lo que hay que compartir. Cierto que  la solución perfecta no existe, al menos para todos, pero en la solución todos tenemos que aportar y perder y más quienes más tienen. Hay dos maneras. Ayudando al progreso en sus lugares de origen y eliminando fronteras, todas esas que mencionaba anteriormente. Posiblemente esto nos empobrecerá momentáneamente en lo material, pero es la única manera de redistribuir la riqueza y de progresar con equidad como seres humanos.

Pero ¿qué significa esto de sin fronteras? No se trata de la uniformidad de valores, de la pérdida de identidad  o de la cultura propia. Nada de eso. Al contrario, es profundizar en la diversidad de cada pueblo y aceptar sus valores como modo de desarrollo. Crear raíces locales para que el conjunto funcione. Se trata de aplicar esto tantas veces repetido: piensa global y actúa local.

Para el progreso general debemos empezar a derribar muros. Las fronteras solo favorecen a quienes las han levantado.                               



2016-01-09

EL RESCATE

Recientemente he participado en una página de Internet con un relato. La temática era libre, pero con dos premisas. Debía incluir necesariamente  las palabras espejo y bosque y, a ser posible, que tuvieran parte importante en la trama. Como siempre el texto no debía exceder de 750 palabras.

He optado por empezarlo con una de las palabras propuesta –espejo- y terminar con la otra –bosque- y, ya para redondear, hacer un texto que contuviera exactamente las 750 palabras, lo cual obliga a realizar unos cuantos ajustes.

Acompaña este texto una ilustración en acuarela alusiva al relato realizada por MILA BOJ, cuya parte de su obra se puede localizar en:




Texto e ilustración se pueden ver pinchando en la pestaña superior Relatos breves.