2017-02-01

LA MAGIA DEL NÚMERO TRES. SIMBOLOGÍA

Venía dándole vueltas hace tiempo al por qué una imagen gráfica, una foto, una pintura, es más atractiva visualmente si tiene tres figuras u objetos destacados. Lo que se dice en el argot que funciona.

Una de las reglas básicas de la composición en las artes plásticas es la de los impares. Especialmente tres objetos o personas. Otra es la de los tercios. Consiste en situar el objeto de interés en puntos concretos, por lo que la imagen tiene una mayor atracción visual que si lo situamos en el centro. 

El 24 de enero de 2014 publiqué una entrada titulada «simplemente números» que se puede ver pinchando aquí. Hablaba sobre su concepto abstracto y la aplicación fundamental para la humanidad. Hoy lo hago únicamente sobre el tres y su aplicación simbológica.

Y como una cosa te lleva a la otra, he mirado por aquí y por allá centrándome exclusivamente en el dichoso numerito y encuentro que en casi todos los órdenes de la vida está irremediablemente presente con una importancia notable. Está en el arte, la guerra, el deporte, la literatura, la gramática, la política, la geometría, la trigonometría, la mecánica, la física, la biología, las matemáticas, las reivindicaciones, los deseos… En definitiva, en todo.

Especialmente se encuentra presente en las religiones, en la filosofía de Platón o en la masonería. Todos ellos han considerado que el número tres tenía una virtud secreta. Los egipcios tenían tres dioses: Isis, Osiris y Horus. Los hindúes otros tres Brahma, Visnú y Shiva. Los cristianos tienen al Padre, Hijo y Espíritu Santo. Para Platón el Ser tenía tres personalidades: material, espiritual e intelectual. Las potencias del alma son: memoria, entendimiento y voluntad, lo que otros denominan voluntad, emociones e intelecto. Fe, esperanza y caridad como virtudes teologales. Todo muy parecido a lo que se proclama en otras culturas y otras religiones. Esto tiene pinta de que entre ellos se han mirado de reojo y se han copiado descaradamente, supongo que para apropiarse del trabajo -y de los réditos, materiales o espirituales- de los otros.

Veamos otros ejemplos de la naturaleza: El compuesto orgánico esencial para el desarrollo genético es el ADN. Los colores primarios: azul, verde y rojo de cuya mezcla se obtienen todos los demás. Dimensiones espaciales: materia, espacio y tiempo o largo, ancho y alto. El tiempo es pasado, presente y futuro. La materia puede presentarse sólida, líquida o gaseosa. El agua es incolora, inodora e insípida. Los reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral o tierra, mar y aire. En las matemáticas básicas la regla de tres es fundamental. La Ley de a Palanca consta de potencia, resistencia y brazo. El equilibrio se mantiene siempre con tres puntos de apoyo. El triángulo es la superficie más simple. En este grupo no puedo olvidar a Einstein con sus tres elementos: E=mc2 (energía es igual a masa por velocidad al cuadrado).

En cuanto a expresiones, deseos o formas de organización estrictamente humanas: salud, dinero y amor. Libertad, igualdad y fraternidad. Pan, trabajo y libertad. Altus, fortius, citius como lema olímpico. Lo que determina la vocación de una persona son: gustos, intereses y habilidades. El I+D+i (Investigación, Desarrollo e innovación) es un concepto para el desarrollo de la economía, ciencia y tecnología. Por último la división de los poderes públicos: legislativo, ejecutivo y judicial. Aunque a estos les pasa como a la trilogía de la deidad católica que son tres personas distintas pero un solo Dios verdadero. Para el caso, tres poderes distintos a las órdenes de un solo Capital.

Finalizo con el arte motivo inicial de mi interés. Hay en él tres elementos conceptuales básicos: talento, concepto y medio. Destacaría la costumbre inveterada de escritores, cineastas, músicos y pintores a componer trilogías. Una obra literaria, musical o teatral tiene introducción, nudo y desenlace. En gramática las partes principales que conforman una oración completa son sujeto, verbo y predicado.

Después de todo lo dicho, ¿dónde se encuentra el éxito del número tres?  Tengo que admitir que no lo he descubierto. Tal vez sea la magia. Si así lo vienen haciendo, por algo será.