COMENTARIOS AL RELATO PRESENTADO EN MAYO EN EL "TINTERO DE ORO" SOBRE LAS FOBIAS. EL TEXTO SE PUEDE LEER PINCHANDO AQUÍ.
Aquí encontrarás comentarios sobre la actualidad y lo que no es tan actual, lo que tiene cierto interés o lo que ha despertado la curiosidad del autor, algunos relatos y fotos propios y artículos de prensa. Todo sin más pretensión que la de darle salida pública.
Wow!
ResponderEliminarNunca había oído hablar de esta fobia, ni de los otros siete millones de ellas que hay. Aunque hoy en día con tantos egocéntricos que hay no me extrañaría que se volviese algo pandémico. Me ha gustado el micro, muy bien llevada la trama. Das en el clavo del agobio creciente que pudo sentir el protagonista.
Un saludo.
Hola, MJ, El nombre no no lo habrás oído porque es invención mía, pero los efectos los sufren muchos. Gracias por el comentario.
EliminarHola, Isan. Este pobre licenciado se va a arrepentir de haber sido fichado por tan importante firma. Ante semejantes personajes yo creo que algo de esa fobia los demás también tendríamos, yo al menos.
ResponderEliminarSaludos 🖐
Hola, JM. Supongo que con ese brillante expediente, podrá cambiar con facilidad el empleo porque está visto que en este no ha acertado. Un abrazo.
EliminarHola.. creo que tengo algo de eso. Me chocan los que hacen gala de su egocentrismo de forma que los demás parecen ser solo el diseño que resalta su brillo.. Buen relato. Saludos.
ResponderEliminarHola, Octavio. Pues sí, gente intratable esta que si es mala de compañero lo es peor de jefe. Un abrazo.
EliminarSi el término umbilofobia no está catalogado entre las fobias, debería, y en lugar destacado. Creo que todos nosotros, en cierta manera, la padecemos, el sentir rechazo hacia los egos-ombligistas, suelen reclamar atención y les gusta ser el centro del cotarro. No es difícil detectarlos, en el ámbito de la política tenemos muchos ejemplos de ellos.
ResponderEliminarBravo por el tratamiento que le has dado, con cierto tecnicismo inicial que contrasta con el descontrol final del terapeuta. Bien escrito y desarrollado, con las palabras justas.
Cada día me gustan más tus trabajos, Isan, y siempre los espero con ganas.
Un abrazo y cuídate mucho de los onfalistas. A mi me da calambre en tó el cuerpo solo de verlos.
Hola, Tara. Como dices, en la política hay muchos ejemplos. De hecho cuando empecé a diseñar el micro, pensé únicamente en ellos, luego vi que se podía extender ad infinitum y así lo dejé. Te agradezco mucho ese halago que me haces, igual es el chute de autoestima que necesito como el primer paciente de mi relato. En cualquier caso, muchas gracias. Si te digo la verdad, me gustaría tener la capacidad que tú tienes para escribir y, ya puestos a echar flores por aquello de la primavera, te digo que eres un referente en este campo que de cualquier piedra sacas un manjar (perdona la cursilería, si la tiene, es el primer símil que se me ha ocurrido). Ahí queda. Un abrazo.
EliminarUna fobia sin duda existente y que nos persigue a todos por igual, porque el egocentrismo de un politico o de una celebridad continua persiguiendonos durante las 24 horas del dia.
ResponderEliminarBuen relato en donde nos mantienes en suspenso en cada palabra
Hola, José. Me alegro haber mantenido el interés, que era lo que pretendía. Un abrazo.
EliminarPues no eligió buena profesión con esa fobia, pobre hombre... Muy buen micro, Isan. También a mí me ha gustado mucho. Felicidades.
ResponderEliminarHola, Marta. ¡Él qué sabía! Quería comerse el mundo y el mundo se lo comió. Gracias por pasarte.
ResponderEliminarSomos hermanos de relatos, Isan. Molaría que fuesen los mismos psicólogos que los de nuestros relatos, pero en diferentes situaciones. Me ha gustado mucho el relato. Un abrazo, Isan.
ResponderEliminarHola, Pues yo creo que sí se trata de los mismos. Gracias por el comentario. Un abrazo.
EliminarHola, Isan. Has elaborado un relato genial, vamos sin desperdicio alguno. La fobia que describes seguro que en nada forma parte del extenso catálogo fóbico.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Abrazos.
Hola, Marina. Te agradezco el comentario tan positivo. Un abrazo
EliminarHola, Isan. Un relato genial, me encantó la palabreja y todo lo que conlleva. Un gusto leerte.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Mirna, me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarHola, Isan. Un relato excelente, muy bien desarrollados los sentimientos del protagonista y la critica hacia la superficialidad y el egocentrismo de hoy en día , que a mi me ha gustado particularmente. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Pedro. Supongo que eres el del "ajuste de cuentas", Si te ha gustado la crítica y el desarrollo, me doy por muy satisfecho. Gracias por pasar por aquí. Un abrazo.
Eliminar¡Hola, Isan!
ResponderEliminar¡Qué fantástico relato y cómo me ha gustado la fobia que, imagino, es inventada, como el término! Desde luego, creo que todos tenemos un poquito de esa fobia, y más en este mundo tan egocéntrico. ¡Felicidades! Un saludo desde la Buhardilla de Tristán.
Hola, Javier. Gracias por pasar por aquí y comentar. Me alegro de que te gustara mi fobia inventada a la que parece que no se le encuentra remedio. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola, Isan! ¡Qué bien pensada esta fobia! Y qué bien la has sabido usar como denuncia a ese cáncer que para mí es la clase política. Como diría aquel todo poder corrompe, y quien aspira a él siempre será para satisfacer su ego, dado que existen miles de formas de ayudar de manera anónima a los demás. Desde luego que una reunión de políticos debe provocar lo mismo que la idea de un bidé lleno de pirañas. Fantástico y muy bien "perpetrado" micro. Un abrazo!
ResponderEliminarHola, David. Supongo que toda ocasión es buena para desenmascarar a quienes comentas, mejor si se aprovecha estas ocasiones donde el relato es más distendido. Gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarHola, Isan!
ResponderEliminarPues ¿sabes qué? En el mundo debería haber más ombligofobia de esa, una especie de mal que nos ayude a discernir qué es lo necesario qué lo sobrante y sobre todo cuándo uno actúa según sus provechos y no en pos de unos que debieran. Muy buen micro, con un lenguaje apropiado al nivel académico del protagonista y una intriga muy bien desvelada al final.
Un abrazo!
Hola, Pepe. Efectivamente hay mucho ego y se conjuga poco el nosotros añadido a que se tolera o, al menos no se rechaza. Me alegro de que te haya gustado el micro. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Isan. Pues yo algo de umbilifobia pues me da grima casi todo lo que pone Telecinco y, cada vez más, Cuatro. Buen término, por otro lado, con una base sólida y buen argumentada.
ResponderEliminarFelicidades.
Hola, Bruno. Creo que esta es una fobia muy saludable y además recomendable para mantenerse joven. Gracias por pasar.
EliminarCreo reconocer en mi, cierta fobia a los políticos; muchos de ellos me producen irritabilidad y sarpullidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Francisco. Tienes todos los síntomas, así que bienvenido al club. Un abrazo.
EliminarEstoy con Francisco y creo tener fobia a los políticos.
ResponderEliminarBuen micro. Un saludo, me quedo por aquí leyendo.
Hola, Ángel. Esta fobia, al contrario de lo que parece, es beneficiosa. Salud.
EliminarHola Isan
ResponderEliminarQue bien planteada esta fobia contra esos seres con sentimientos de omnipresencia y de grandeza. La verdad que caen como gancho al hígado, algunas veces son hasta “maquiavélicos” me gusto tu micro!
Saludo
Hola, Yessy. Entre esos individuos hay de todo y nada bueno. Me alegro de que te gustara. Un saludo.
ResponderEliminarHola Isan. Curiosa fobia este invento tuyo, pero de lo que no cabe duda es que en general los políticos se miran demasiado el ombligo, así que con ellos está más que justificada. No se si tendré yo también la fobia esa. Buen micro. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Jorge, esta fobia no se da más en quienes se relacionan con políticos, pero no es exclusiva. Te agradezco el comentario. Un abrazo.
EliminarSi es que de los políticos no puede venir nada bueno. Habría que descubrir una vacuna.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Hola, Macondo. Habrá que aplicarse a ello cuando pase lo de la Covid. Gracias. Un abrazo.
EliminarHola Isan, muy buena tu invención y participación. Has resumido una historia de gran contenido en pocas palabras y además de manera muy divertida, has detallado muy bien los efectos físicos que producen las fobias en la gran mayoría de personas.
ResponderEliminarUn buen contenido para hacer una caricatura de esas que salen en periódicos como denuncias sociales populares.
Que pases bien estos días.
Hola, Harolina. Quería hacer algo divertido ya que la fobia no está entre las catalogadas, así que nadie podría decirme que me rio de sus fobias. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Yo también padezco eso! No soporto a esa gente y cada vez hay más así. Tu protagonista lo tiene crudo porque ese tipo de personas abundan, por desgracia. Menos mal que tiene un colega al lado que siempre le podrá echar una mano, digo yo.
ResponderEliminarGenial relato.
Un abrazo.
Hola, Kirke. Me estoy dando cuenta de que este tipo de fobia existe en abundancia, lo que, paradójicamente, es saludable. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarHola Isan que mal lo tiene que pasar tu protagonista , en estos tiempos gente así hay mucha esparcidas por todos los estamentos y tener que soportarlos en la consulta... menos mal que el compañero le echará una mano para soportar todo.
ResponderEliminarMuy actual el tema que tratas.
Un abrazo
Puri
Hola, gente así abunda, lo malo es que quienes sufrimos las consecuencias somos los demás. Un abrazo.
ResponderEliminarHola isan , yo pensé que ya te había comentado pero veo que no , desde luego a sido conocer el blog del tintero de oro y estoy aprendiendo más palabras nuevas ahora , que cuando iba a E.G.B. esta fobia tampoco la conocía me a gustado mucho tu relato la verdad es que al final el que se puso malo fue él , arreglaba a todo el mundo pero el que salía fastidiado era el , jajajajaja muy bueno ,te deseo una feliz semana , saludos de flor.
ResponderEliminarHola, Flor. Bueno, es normal que no conocieras la fobia teniendo en cuenta que me la he inventado. Quizás sí puedas conocer gente que te trasmite las sensaciones de ella.
EliminarFeliz semana para también para ti. Un abrazo.
¡Hola, Isan! Imagino la cara del paciente al ver perder los papeles al terapueta. ¡Cómo para volver! Bien encadenados las fobias. Buen relato. Gracias por pasarte por mi blog, encantada de seguirte de vuelta.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
Hola, Jose. El encantado soy yo. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarMe ha gustado mucho la progresión de síntomas del desdichado que sufre tal fobia. Actualmente debe ser todo un reto para él no encontrarse con alguno cerca en cualquier momento.
ResponderEliminarMe ha gustado el relato, Isan.
Un abrazo.
Gracias, Carles. No parece que haya estado muy acertado aceptando el puesto en ese gabinete. Gracias, Carles por darte una vuelta por aquí. Un abrazo.
Eliminarjajaja.. 😍 Me encantó esa fobia! Aunque reconozco que para tu protagonista es terrible sufrirla. Lo mejor es que busque cuanto antes otro trabajo y suerte, será difícil no tropezar con otros egocéntricos. Un abrazo 🐾
ResponderEliminarHola, Rosa. Efectivamente difícil no tropezar con más, porque de esos en todas partes hay, pero especialmente es entre el sector que le toca atender donde abundan. Gracias por la visita.
ResponderEliminarHola, isan, que bien has llevado la trama ya desde el principio en el que nada auguraba este final. Creo que hay mucha gente que necesita de un buen escarmiento, precisamente por su egocentrismo. Buen ejemplo, además me resultó divertido ya de imaginar la situación del que se creía "el mejor".
ResponderEliminarHas inventado una fobia que bien podría incluirse en las listas. ¡Genial!
Un abrazo.
has inventado una fobia que la incluiría en la lista.
Hola, Mila. Seguro que todas las fobias que se están inventando en este juego de relatos merecen figurar en la página fobias.net. Te agradezco la lectura. Un abrazo.
ResponderEliminarMenuda fobia! Con la cantidad de egocéntricos que hay por ahí! Muy buena!
ResponderEliminarYa lo creo. Te agradezco la visita.
EliminarUn abrazo.
¡Hola! Pues aunque sea una fobia inventada, me parece muy realista je, je, je. Las personas egocéntricas tienden a ser difíciles de tratar y parece que al personaje del relato se le va a hacer muy cuesta arriba su trabajo... Muy buen micro.
ResponderEliminarUn saludo :)
Hola, M.A.: Difícil de tratar no, lo siguiente. Los avatares de la vida son los que suelen modelar estas conductas, pero a algunos les dura toda la vida. Gracias por pasar por aquí. Un saludo.
ResponderEliminar¿Umbilifobia? Qué bien nos has sabido llevar por esa fobia, en principio, tan extraña; pero ahora que sé el significado que le has dado, creo que es más abundante de lo que se pueda pensar. Pobre psicólogo novato, con una carrera tan prometedora y va a ser él el que tenga necesidad de tratamiento. Es como la pescadilla que se muerde la cola.
ResponderEliminarUn abrazo, Isan
Hola, María pilar. Con esta fobia, su trabajo pueda salir seriamente perjudicado al menos si no discrimina los pacientes. Un abrazo también para ti.
ResponderEliminarSimplemente experimento las maravillas de las hierbas Dr. Twaha. Dios continuará bendiciéndolo más abundantemente, Dr. Twah, por el buen trabajo que está haciendo en la vida de las personas al curarlas de diferentes tipos de enfermedades. Seguiré testificando sobre tu buen trabajo. Vivía con herpes hace 6 meses y mi médico me dijo que no hay cura. No le creí y mantengo mi fe con la esperanza de que algún día me cure de esta horrible enfermedad. Un día vi una publicación en el foro de diabetes sobre un médico a base de hierbas llamado Dr. Twaha sobre cómo curaba a las personas de enfermedades con su raíz y hierbas y rápidamente me comuniqué con el Dr. Twaha en su correo electrónico y le expliqué mi problema y él me dijo que no. preocuparme de que me va a curar y de verdad preparó la medicina a base de hierbas y me la envió a través del servicio de mensajería de UPS y me dio instrucciones sobre cómo tomarla. Después de tres semanas de tomar el medicamento a base de hierbas, fui a mi médico para un chequeo y el resultado de mi herpes mostró Negativo y mi médico me dijo que no había rastro de herpes en mi cuerpo y que el herpes había desaparecido por completo.También se puede curar de cualquier tipo. de enfermedades contactando al Dr. Twaha en su correo electrónico: drlregbeyen10000@gmail.com o por WhatsApp al +2349038518881 Dios te bendiga
ResponderEliminarSandy, creo que te has confundido de blog, a no ser que quieras hacer publicidad del Dr. Twaha y sus milagrosas hierbas. En cualquier caso te señalo una contradicción. Dices: " mantengo mi fe con la esperanza de que algún día me cure de esta horrible enfermedad." para luego decir: "Después de tres semanas de tomar el medicamento a base de hierbas, fui a mi médico para un chequeo y el resultado de mi herpes mostró Negativo y mi médico me dijo que no había rastro de herpes en mi cuerpo y que el herpes había desaparecido por completo." Nada, por comentar.
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