2021-06-03

LA GEOMETRÍA DEL LENGUAJE

 

En infinidad de ocasiones el lenguaje echa mano de las matemáticas, más en concreto de la geometría, para comunicarse. Es la forma de visualizar conceptos e ideas sin extenderse en otras explicaciones. Las figuras geométricas, ya sean dibujadas o verbalizadas, transmiten con precisión mensajes claros y potentes, de tal manera que son el complemento ideal del lenguaje.

A propósito de una entrada de marzo en este blog titulada La Línea P y de un pequeño relato inspirado en el libro el Principito, he querido detenerme en el uso que hacemos de conceptos geométricos: puntos, rectas, planos... en la transmisión de ideas. Como la casuística es abrumadora, baste lo siguiente como muestra.

El punto. Es la unidad mínima. Con ser una posición en el espacio sin dimensiones es de quien parten todas las demás figuras. El punto, por encima de todo, indica precisión. Entre otros puntos está el de inflexión, el crítico, el cardinal, punto G, punto de vista, estar a punto, punto por punto, punto en boca, hasta cierto punto, punto débil/fuerte, punto muerto.
La línea o la raya. Está determinada por dos puntos y dentro de ella hay infinitos. Puede ser recta, curva, quebrada, paralela La recta transmite unión, relación, acercamiento; la curva movimiento; la vertical jerarquía, eficiencia; la diagonal, dinamismo; la cruz colaboración, posición; la espiral ilusión, vitalidad. Hay quien dice que la línea es un punto en movimiento sobre un plano y que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta, aunque “El Principito” dice que “Caminando en línea recta, no puede llegar uno muy lejos”. Tenemos la línea roja, pasarse de la raya, mantener la línea, tener rectas intenciones o rectitud de espíritu, algunos se meten una raya, otros viven vidas paralelas.

Plano. Superficie de dos dimensiones que contiene infinitas líneas y puntos. El triángulo transmite poder, ciencia, vitalidad, inspiración; el cuadrado Seguridad, fortaleza, estabilidad, honestidad, realismo; el círculo adaptabilidad, creatividad, movimiento, protección.  Además de negar de plano, dentro de este concepto general y abstracto podemos diferenciar tipos que también tienen su espacio en el lenguaje: triángulo amoroso, círculo vicioso, cabeza cuadrada, negarse en redondo, argumento o negocio redondo, sectores poblacionales. Incluso el Pentágono sirve para localizar unas oficinas en USA con un radio de acción ilimitado y un ángulo de visión muy acentuado.

Me interesa de manera especial el polígono. Hay industriales, gente poligonera y polígonos de tiro como el que hay por donde yo vivo Un polígono de tiro enclavado en un parque natural y reserva de la biosfera, protegida por la Unesco, como es el de Bardenas. Un paisaje único como se puede ver en las fotos que publico. En él practican tiro con fuego real o no. Se podría decir que cinco escopetazos serían soportables, pero se trata de aviones de guerra de la OTAN que lanzan miles de toneladas de bombas desde hace setenta años en el mayor campo de tiro de Europa. Para hacernos una idea, cabrían más de tres mil campos de futbol. Campo de pruebas para intervenir en guerras como las de los Balcanes o Siria. Su presencia ha costado muertes, heridos, graves incidentes, mas de 20 aviones estrellados y miles de millones de gasto. Un anacronismo y, además, el riesgo para la población de los alrededores.

Quedan  los que tienen volumen, es decir, tres dimensiones. Volumen de negocio, personalidad poliédrica, pirámide poblacional, altas esferas. La que más me gusta es la esfera. Es la figura perfecta. No será por casualidad que el átomo y la Tierra sean redondos. Es fascinante. Por mucho que la muevas, el centro de gravedad siempre permanece invariable,  siempre en el centro de sí misma. Da idea de globalidad, de conjunto uniforme y compacto. Se habla de la esfera celeste o de las esferas sociales pero, con ser tan perfecta, es la menos usada en el lenguaje coloquial, aunque sí lo ha sido en el arte y más específicamente en la escultura. Conceptos como la ocupación del espacio o la desocupación de la esfera que manejó Jorge Oteiza con una genialidad inalcanzable, vaciando los materiales para encontrarles el alma. Hablé de él en un post hace tiempo que se puede leer AQUÍ.

Hasta que llegamos a la figura imposible usada con intención precisa: la cuadratura del círculo y, yendo aún más allá, sabemos que el vacío es un estado latente de la materia, aunque el vacío como tal no existe pues explotó bajo la fuerza repelente del vacío cuántico. ¿Qué significa esto?, pues ni idea, pero como concepto para emplearlo en un coloquio puede ser molón, o repelente, depende. En consecuencia,  debo poner punto final a esta entrada.

Pongo un collage de cuatro fotos de las Bardenas que se pueden ver pinchando AQUÍ o en la pestaña superior IMÁGENES.

7 comentarios:

  1. ¡Hola, Isan! Brillante texto sobre la geometría de las palabras. Una disertación que nos lleva a la importancia de los símbolos no solo como base para ilustrar ideas sino como verdaderos conductores de pensamiento. Uno de los conceptos más excitantes es aquel que nos hace concluir que el universo en el fondo es una gran ecuación matemática, que podamos comprender su funcionamiento a través de la Razón es quizá más mágico que pensar en un Dios creador y arbitrario. Nuestra mente racional vendría a ser como una extensión de todo ello, un espejo consciente de esa Matemática.
    Bueno, dejo de elucubrar, ja, ja, ja..., un texto delicioso y divertido en el que, si me permites, aportaría el punto de fuga. Un abrazo!

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    1. Vaya, no sé cómo he dejado pasar por alto tu aportación, el punto de fuga, con la importancia que tiene en la pintura y fotografía. Precisamente lo comentaba en un relato sobre las fobias de alguien, que no recuerdo quién, y presentaba una foto apoyando su fobia. Muy interesante tu aportación a la comprensión del universo como ecuación. Seguramente por ese camino se pueden resolver más enigmas que con el que nos han vendido del Dios arbitrario y, por ende, injusto.
      Gracias, David. Tú siempre con la palabra justa.
      Un abrazo.

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  2. Hola, Isan!
    Qué bueno. La geometría del lenguaje. Muy ingenioso, lo has bordado desde todos los puntos de vista. Y eso que no me esperaba para nada el desarrollo. La geometría siempre me gustó, tanto en el instituto como en la universidad, pero nunca llegué a pensar en ella desde ese punto tan poético y profundo. Como dice David, son como símbolos que nuestro raciocinio han intentado poner nombre y forma, aunque en realidad no acaben de existir como tal en el mundo real. Ahí es nada si te metes en el mundo fractal, eso te lo dejo para la segunda parte del relato, jejej.
    Por cierto, no sabía de nada del paisaje de Bardenas y sus actividades, me has puesto los pelos de punta.
    Grandísimo razonamiento, Isan, me has hecho pensar, pero mucho más reír.
    Un abrazo!

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    1. Hola, Pepe. No dices nada: los fractales. Solo sé de ellos por su utilidad en muchas disciplinas y nada más, así que hacer una segunda parte por ahí es misión imposible. Lo de Bardenas es para alucinar. En el referendum sobre la OTAN salió NO y todos los años hay manifestaciones en contra, pero desde que lo puso Franco, ahí sigue y va a más.
      Ahora estoy entre El Tintero y Literautas a ver si saco un par de relatos. Gracias por la visita. Un abrazo.

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  3. Una genialidad lo que has escrito, estimado Isan.

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    1. Gracias, Isabel, yo no diría genialidad pero agradezco el comentario. Un abrazo.

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