COMENTARIOS AL RELATO PRESENTADO EN LA PÁGINA «EL TINTERO DE ORO»
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Aquí encontrarás comentarios sobre la actualidad y lo que no es tan actual, lo que tiene cierto interés o lo que ha despertado la curiosidad del autor, algunos relatos y fotos propios y artículos de prensa. Todo sin más pretensión que la de darle salida pública.
Desde luego, valió la pena esperar, Isan. En minuto y medio condensas la vana esperanza de vivir ese minúsculo momento repetitivo de quien ha perdido todo, salvo la menguada vida condenado a una cama.
ResponderEliminarTenía la impresión de que era un hombre hetero enamorado de una mujer (decidida y apresurada) Quizás fue por la frase de la cuadrilla de amigotes que incitan a demostrar los macho que se es. Queda patente en las frases finales el género. Narrativamente funcionaría igualmente al margen de la tendencia sexual, pero es un plus que te has permitido.
Me emocionó especialmente el fragmento, en el que nos narras sus humildes pretensiones, y es que sentí una empatía inmediata, por un momento me puse en su lugar. Así que, hace un rato, después de leerte y mientras se hacía el café, abrí la ventana, respiré hondo y sentí la brisa del mar cercano, el olor de los geranios del patio mojados aún por la ligera lluvia de la madrugada. Ya ves que me he puesto lírica, la culpa la tiene tu manera de contar.
Otros aciertos equivalentes a algunas pautas de Rebeca, son el no haber puesto nombre del paseante, y el mundo descriptivo, especialmente la naturaleza.
Te doy mi más efusiva enhorabuena por tu trabajo, Isan, y espero verte en el podio, tu relato lo merece sobradamente.
Isabel, escribes bien hasta en los comentarios. Leyéndote casi se me saltan a mí las lágrimas. Lo cierto es que tenía mis dudas de si funcionaría este relato, pero tu comentario me deja contento, mucho, y me quita la pena que tengo de haber perdido esta mañana un partido de tenis ya que soy muy competitivo. Tienes razón en cuanto a que era hetero antes del accidente, es lo que se supone que se debe ser, pero su inmovilidad le hace descubrirse. Quería meter este detalle que sorprendiera al lector.
EliminarLo que dices del Tintero te lo dejo para ti. Gracias por tu estupendo comentario.
Un abrazo.
Se me ocurre que tu chico no era hetero desde siempre, es más probable que (al menos en otros tiempos menos tolerantes), había que demostrar que se era todo un machote, más aún delante de la pandilla de amigos.
EliminarY Ánimo, ya ganaras otras partidas, Rafa Nad... perdón, isan.
Si, a veces se ocultan los verdaderos sentimientos influenciado por lo politicamente correcto y del "ya se curará". Efectivamente habrá más partidos, pero yo soy más de Federer.
EliminarEstoy con Tara,... tu relato se merece estar entre los mejores. Has puesto de evidencia la soledad a la que se enfrentan las personas atadas a una cama para el resto de su vida. Como en un instante todo puede cambiar y como construimos otra realidad a partir de la nada,...
ResponderEliminarMe ha encantado!
Hola, Norte, como bien dices acertadamente, la vida te cambia en un instante y construimos otra realidad a la que te agarras para seguir.
EliminarMe alegro de que te haya encantado. Un abrazo.
Un gran relato que, poco a poco va desvelando todo el horror en que se puede convertir una vida por un acto erróneo que nadie pensó que pudiera tener tan terribles consecuencias. A partir de ese momento, la vida va a estar llena de las pequeñas cosas que mencionas: traiciones, renuncias y pérdidas por un lado, y esperanzas e ilusiones por otro.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Un beso.
Hola, Rosa. Al hilo de las esperanzas e ilusiones, me comentaba una enfermera del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo que había internos que ligaban. Supngo que habrá de todo, claro. Gracias por comentar.
EliminarUn abrazo.
Hola Isan, La esencia de la vida que tiene todo minuto y medio de cualquier persona, desfila por tu relato, y desde el principio sabemos que no está al alcance del protagonista. Quizás su tiempo ya se acabó, exprimió la vida como los alpinistas en el Himalaya, sabiendo que ese minuto y medio puede ser el último. Pero no supo verlo.
ResponderEliminarExcelente relato, me ha encantado, comparto la apreciación de los compañeros, se merece el podio.
Un abrazo.
Hola, Carles. Muy agradecido por tu visita y más por el comentario. Pues sí, no supo verlo. Tal vez hay que apurar los minutos como si fueran los últimos.
EliminarUn abrazo.
¡Hola, Isan!
ResponderEliminarTodavía sigo bajo los efectos de esta conmovedora y bien trabajada historia, con dominio del lenguaje para que su voz pausada e íntima atraviese los poros del alma del lector y se sienta sobrecogido por la intensidad del drama que vertebra el relato. Me ha resultado impecable la creación del protagonista al dotarle de cualidades profundamente humanas, como enamorarse locamente de un desconocido que ocasionalmente aparece y desaparece velozmente por la "pantalla" de su ventana.
Cuestión de vida o muerte, de esperanza o desilusión, es ese minuto y medio que lleva como título esta historia que nos muestra el coraje del protagonista para continuar inventándose nuevas razones para sobrevivir. Un protagonista que se me antoja el héroe romántico dentro de una tragedia griega, pues aún siendo tan vulnerable continúa "luchando" contra esos gigantescos obstáculos o circunstancias tan lamentables que le otorgó la vida.
¡Enhorabuena! Me ha encantado.
Un abrazo.
Hola, Estrella. Es una gozada leerte porque sabes cómo sacarle las entrañas a los relatos, las motivaciones, las cualidades o las esperanzas. Tú sigue comentando que, poco a poco iremos aprendiendo. Muchas gracias, Estrella.
ResponderEliminarHola, Isan. Excelente relato narrado en primera persona. Tu planteamiento me trae a la memoria "el hombre de la multitud" de Edgar Allan Poe, donde un señor convaleciente tras superar una larga enfermedad pasa el rato observando a la multitud que va de aquí para allá, hasta que un día su atención se centra en un extraño viejo cuyo aspecto le resulta muy desconcertante. El personaje de Poe se pone a perseguir al enigmático anciano; mientras que tu personaje debe conformarse con ver pasar a esa persona especial por delante de la ventana que le separa del mundo. Ese elemento le da a tu historia un plus de dramatismo, planteando una situación muy interesante. Y ese minuto y medio demuestra que el tiempo es relativo, pues para tu enamorado deviene una vida entera, fuera de cuyos límites no hay nada que le resulte atractivo o ilusionante. El párrafo final es magnífico, muy conmovedor. Felicidades! Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Beri. No conozco "El hombre en la multitud" de Allan Poe, pero me has picado la curiosidad y le echaré un vistazo (profundo). Ciertamente parece que tiene alguna similitud por lo que comentas. Me alegra mucho tu comentario donde destacas la simbología de la ventana.
EliminarGracias por pasarte y comentar. Un abrzo.
Caramba Compañero, qué historia te has echado! Creo que es de lo mejor que te he leído y eso que hace varios años que vamos intercambiando historias. Hay un salto cualitativo estupendo, y no es, ya lo sabes, que historias anteriores no me hayan gustado. Coincido con todo lo que aportan los compañeros y te abrazo con los mejores deseos para el concurso y para estas fiestas tan fuera de lo común que nadie sabe sin serán tales.
ResponderEliminarHola, Juana. Pues te puedo decir que intercambiamos historias desde noviembre de 2015 cuando participé por primera vez en Literautas con el tema "El lápiz mágico" y tú fuiste la primera que me comentaste cuando había que comentar anómimamente a quienes decía Iria. Que te parezca de lo mejor que he escrito me alegra porque supone que progreso. Gracias por tus deseos. Las fiestas serán como cada uno quiera que sean aunque los abrazos físicos se tengan que posponer. Gracias por pasar. Un abrazo.
EliminarNarrar una tragedia y hacerlo además en primera persona siempre es un reto. Como autores nos hace asumir riesgos en el campo de las emociones que no siempre llegan al lector. Tu relato consigue trasladar esa esperanza de minuto y medio a la que se agarra tu protagonista y empatizar con él inmediatamente. Yo también di por hecho que era hetero y, aunque este detalle es lo menos importante, siempre viene bien representar otros colectivos en nuestros relatos.
ResponderEliminar¡Buen trabajo! Mucha suerte
Hola, Matilde. Quería visibilizar expresamente que en en amor hay muchos matices y, de paso, que sorprendiera. En estas circunstancias me parecía lo mejor un narrador en primera persona. Me alegro que empatizaras con el protagonista.Gracias por el comentario.
EliminarUn abrazo.
Hola, Isan. También a mí me ha parecido magnífico tu relato. Durísimo por lo que cuenta pero muy conmovedor, sin pizca de sensacionalismo y muy bien construido. Me ha encantado el modo en que, pese a todo, el personaje se aferra al más pequeño atisbo de felicidad. Enhorabuena y mucha suerte en el Tintero.
ResponderEliminarGracias, Marta. Agarrarse a la vida buscando un aliciente supongo que es instinto de supervivencia. Agradezco tus deseos. Un abrazo.
EliminarGracias, Isan por participar con este relato en la edición del concurso dedicada a Daphne du Maurier y su novela Rebeca. Un abrazo y suerte!!
ResponderEliminarGracias a ti, David por la oportunidad que nos das cada mes. He participado muy a gusto. Un abrazo.
EliminarHola, Isan. Me conmueve tu historia, la forma de presentar la soledad ante el abandono de los cotidianos, antes de suceder la desgracia. Luego, como bien cuentas, cada uno con sus vidas en movimiento, cada mochuelo a su olivo, y al que le ha tocado la peor suerte, sumido en el ostracismo, que se las arregle como pueda. Que se ilusione la vida con un minuto y medio a través de su ventana limitada.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este relato.
Un abrazo.
Hola, Carmen. Abandonos de los amigos como en este caso hay a montones, en otros se mantienen fieles a la amistad. En la vida, los amigos vienen y van y a este le ha tocado de los que se van. Gracias por el comentario. Un abrazo.
ResponderEliminarCuánto rencor hacia uno mismo. La verdad es que todos cometemos errores en la vida, pero se ve que hasta que no masticamos las consecuencias no somos conscientes de ello. Has sabido empatizar esos sentimientos a la perfección, Isan, yo también me he puesto puesto en el lugar del narrador y me ha invadido un profundo escalofrío. No sé si ha sido por tu buen hacer, o por esa difícil narración en segunda persona que has ejecutado con tanta maestría, pero has sabido colocar al lector que hay en mí en la piel del que contaba la historia. Una historia que sin contar mucho ha abordado casi una vida en solo un minuto y medio, dejando el regusto de haber saboreado un gran relato.
ResponderEliminarNo sé dónde he leído que tenías dudas con este relato, quizás nunca estamos satisfechos con lo que hacemos, pero a mí me ha gustado de veras, y mucho.
Un abrazo y mucha suerte!
Pd: también es una lástima que no pueda votar este mes, ;).
Hola, pepe. Estos comentarios son muy gratificantes y me alegro que lo hayas sentido como dices y que te haya gustado, porque ese es el mejor premio como tú bien sabes. Las dudas venían porque no quería caer en la lágrima fácil.
EliminarMe enteré hace poco de que no se te podía votar, pero ahora me he enterado que tampoco puedes hacerlo tú. Había leído que es caso de empate tu voto decidía.
Bueno, gracias por es comentario tan positivo.
Un abrazo.
Muy bueno Isan muy bueno. La situación, el personaje y los motivos que le llevaron hasta ahí, están narrados con fluidez y sentimiento.
ResponderEliminarUna historia que conmueve hasta la médula.
Un abrazo y suerte
Puri
Hola, Puri. Me alegro de que haya movido sentimientos. Un poco en la línea de tu relato con el marinero. Gracias por pasarte por aquí.
EliminarUn abrazo.
Me ha supuesto una gratificante lectura la de tu relato. Es verdad que resumes en poco lo que es verdaderamente importante en esta vida. Lo penoso es que hasta que no se pierde no se aprecia. A veces esto supone una cura de humildad; tu historia un aviso a navegantes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Francisco. Aviso a navegantes sí, pero nos cuesta escarmentar en cabeza ajena, más con 21 años. Gracias Francisco con comentar.
EliminarUn abrazo.
Hola, Isan. Cuánto dolor y sentimiento en ese personaje que por algún motivo está ahí, inmóvil, sin poder o sin atreverse a salir en busca de eso que ama.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Mirna. Pues sí, dolor y sentimiento. Buen resumen. Gracias por pasar. Un abrazo.
EliminarMe ha gustado tu relato. La realidad del personaje irrumpe de repente como una sorpresa para el lector. Me refiero a su condiciòn de persona con capacidades limitadas y en un hospital. Uno desea junto con èl que el objeto de su interès aparezca nuevamente. Me parece un relato muy humano y muy bien hilado. Saludos!
ResponderEliminarGracias, Ana por leer este relato. Me alegro de que te haba gustado. Espero leerte más. Un saludo.
ResponderEliminarEs un relato que explora la sicologia de alguien que ha sufrido una tragedia en un momento temprano de la vida, que en si es un tema que daria para varias novelas, y vaya la presencia de la figura que lo inspira da un giro vertiginoso al descubrirse que tiene barba. Sin duda hay aqui muchisimos elementos que hacern del relato una gran pintura.
ResponderEliminarHola, Hugo. Pues sí, las posibilidades son variadas y todas darían para mucho, en cualquier caso la esencia queda plasmada en la pintura que mencionas. Gracias por pasar y comentar.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Isan!
ResponderEliminarMe ha gustado la forma en que narras la tragedia y el desconcierto que mantiene hasta el final, y es que transmite la angustia, la preocupación que alberga el protagonista.
Muy conmovedor. ¡Mucha suerte!
Un abrazo
Pues, sí, Yessykan, esto que comentas refleja muy bien la idea que tenía. Te agradezco que pasaras por aquí.
EliminarUn abrazo.
Hola, Isán. Es muy duro vivir el presente atrapado por un recuerdo y una esperanza que se sabe imposible de ver cumplida. Con gran destreza literaria y notable sensibilidad logras meternos en la piel del atormentado protagonista.
ResponderEliminarMucha Suerte en El Tintero. Un abrazo.
Hola, Paco. Me ha ilusionado lo de la destreza literaria, algo a lo que todos aspiramos. Te agradezco el comentario.
EliminarUn abrazo.
Hola, Isan: Felicidades por tu relato. Por la fuerza y delicadeza expresivas conque manejas la tensión de la realidad dolorosa la expectativas, las culpas, los recuerdos
ResponderEliminarHola, Beba. Muy agradecido por pasarte por aquí. Para las situaciones difíciles, recuerdos y expectativas pueden ser un buen remedio.
EliminarUn abrazo.
Triste historia relatas Isan, como implora el protagonista todas esas cosas que no se valoran, pero que cuando se pierden se echan tanto de menos. Contemplar el mundo preso en uno mismo es condena que no admite fuga salvo con la locura. Saludos y suerte 🖐
ResponderEliminarHola JM Vanjav. Como le digo a Beba, expectativas y recuerdos pueden salvar la condena a las limitaciones.
EliminarUn abrazo.
Sí que es una historia muy dura, como la que viven cientos de personas en estas mismas circunstancias. Has hecho un retrato de los sentimientos y las frustraciones que conllevan ese impedimento físico por llevar una vida mínimamete normal. Y luego el dolor por no poder ver satisfecho su deseo y tener que contentarse con la visión del objeto de dicho deseo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, tanto el fondo como el estilo narrativo que le da forma.
Un saludo.
Hola, Josep Mª. Efectivamente historia dura donde las posibilidades de satisfaces deseos son muy escasas. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn saludo.
Hola, Isan. ¡Vaya relato este que compartes para esta edición del concurso! Resulta tan emotivo como contundente, está lleno de matices y escrito con gran estilo y elegancia. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte en "El Tintero", compañero, y te envío un fuerte abrazo.
Hola, Patxi. Gracias por tus deseos y por el comentario tan positivo.
EliminarUn abrazo también para ti.
La crudeza de la vida en su peor expresión, no hay mayor tragedia que morir en vida. Un relato que tiene fuerza, la fuerza de la desesperación que sale de las entrañas del protagonista postrado en una cama por un error de juventud. Recuerda a la historia de Ramón Sampedro, que un día al fin pudo descansar en paz. Bien escrito, Isan. Mucha suerte en el Tintero.
ResponderEliminarHola, Jorge. Acordarse de Ramón Sampedro es inevitable por su lucha por lo que él quería. Algún paso con la eutanasia están dando por aquí estos días. Te agradezco el comentario.
EliminarUn abrazo.
Triste historia. Me ha parecido muy sentimental, has plasmado la obsesión y amor que puede sentir una persona, que en el fondo sabe que nunca podrá estar con otra. Me ha gustado mucho, te mando un abrazo y suerte en el concurso.
ResponderEliminarHola, RR_misterio. Un amor imposible pero que le da algo de vida. Gracias por el comentario. Un abrazo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn relato que conecta con el sufrimiento de quienes lo han perdido casi todo. Me ha encantado ese mundo sensorial que anhela tu protagonista, algo que en este mundo de stress y agobio no nos paramos a valorar. Un placer leer tu relato escrito desde la sensibilidad y con un estilo narrativo muy adaptado.
ResponderEliminarUn abrazo compañero
Hola, Araceli. Te agradezco que hayas leído y comentes es relato.
EliminarUn abrazo.
Gracias Isan por tu visita y comentario. Hoya precisamente han hablado de la ley de Eutanasia, se aprobaba en el Congreso. La libertad de decidir. El protagonista describe bien esa soledad reflejada en la ventana y con una sombra ajena que pasa y desordena su escueto orden de cuatro paredes, sin tocar suelo. Es estar preso en una cámara de aislameiento, al menos es lo que he sentido. Bravo por esa empatía, por ponerse en la piel de una persona parapléjica. Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Emerencia. Esta Ley es un avance humanista a favor del derecho a elegir una muerte digna pese a la oposición de sectores ultracatólicos fundamentalmente. En este blog, que no solo es de relatos, ya hable de ello en https://unacapadebarniz.blogspot.com/search/label/eutanasia el 26/9/14. Digo avance porque me parece, aunque positivo, corto.
EliminarGracias por tu comentario. Un abrazo también para ti.
¡Qué gran historia, Isan! ¡Cómo me ha gustado! El núcleo argumental en torno al protagonista que yace inválido y sólo puede mirar por la ventana es conmovedor, pero el enfoque que le das a ese minuto y medio por el que pasa toda una vida es sublime.
ResponderEliminarEstá tan bien escrito desde el dominio del lenguaje, el ritmo, hasta esa urdimbre tan lograda que no deja un cabo suelto que es un placer leerlo. Empezando por su estructura de tres partes bien diferenciada: el primer párrafo, el que comienza "Desde el día que me fijé en ti..." y el párrafo final, tres partes que lo convierten en un cuento auténtico.
Cala en el lector la sensibilidad de ese deseo por las pequeñas cosas: sentir el viento, que las gotas de lluvia calen su cara...
De una ternura y sensibilidad que conmueve.
El abandono y soledad, hiere.
Los sueños, gracias a la imaginación creadora, lo sacan de su mundo de pesadilla.
Y el desenlace final con esa doble vuelta, sobrecoge.
¡Muy bueno, sí señor!
Mis felicitaciones.
Hola, María Pilar. Como comprenderás, me satisface enormemente un comentario tan lleno de halagos que, naturalmente, los recibo encantado. Has tocado con acierto los puntos destacados y te has explayado en el comentario. Por todo ello te doy las gracias.
EliminarUn abrazo.
¡Qué grande eres, Isan! Bien escrito como ya nos tienes acostumbrados y de una delicadeza insuperable. Es curioso cómo nos podemos aferrar a una ilusión de segundos para darle sentido al sinsentido. Me ha emocionado los anhelos del protagonista, esos que nosotros, los que podemos disfrutar de ellos sin barrera alguna, despreciamos por su nimiedad.
ResponderEliminarUn saludo y que tengas mucha suerte en el concurso.
Hola, Bruno. Viniendo precisamente de ti que realmente eres un maestro me hace sentirme bien, muy bien, por lo que te lo agradezco. Ahora me doy cuenta de que tu relato está fuera de concurso por haber sido Tintero el mes anterior, así que en cuento pueda lo leo y te comento.
EliminarGracias. Un abrazo.
Desgarrador relato, Isan. Es curioso las diferentes formas que busca el cerebro para no sentir tanto la soledad, en este caso con una persona que pasa: excelente forma de expresarlo para el concurso. Me ha gustado mucho, triste, pero bonito.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Carla. Supongo que esto que señalas es instinto de supervivencia. Gracias por comentar.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta el relato. Shakespeare pone en boca de Hamlet en su diálogo con Guildestern:«Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito»
ResponderEliminarEsa es la clave del relato. Aunque terrible la cárcel y el encierro, aunque sea en el propio cuerpo, es el peso del sentimiento, con independencia de que el tiempo sea mínimo. En minuto y medio de ausencia puede estar la eternidad y eso está bien expresado con la utilización medida de una voz narrativa en primera persona, que es personaje a la vez y con el cuidado exquisito por parte del autor implícito de no colarse en la historia.
Gracias y salud
Hola, Javier. La referencia que haces de Shakespeare no la conocía, creo que es muy oportuna. En cuanto al narrador en quien tanto te fijas, me alegro que haya pasado la prueba. Le doy mucha importancia.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
Ya sabes, el contacto con el lector solo es posible con ese algo intangible que se llama narrador. Y nunca, nunca, debe ser el autor implícito y menos el autor real. Ese queda para las firmas y para tomar un café, incluso para comunicarse en estos comentarios XD
ResponderEliminarMuy buena historia esta que nos traes en esta ocasión. En algún momento me ha recordado a ciertas escenas de Mar Adentro, especialmente al evocar el accidente. Mucha suerte en el Tintero. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Beatriz. Mencionas la pelicula Mar Adentro, pero no la he visto, lo que sí conozco es su historia real (la de Sampedro). Este es un tema que siempre me ronda por la cabeza y esta vez he querido darle salida. Gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarIsan!!! Felicidades y enhorabuena por ese tintero de plata! Me alegro mucho, este relato lo merecía.
ResponderEliminarGracias, Pepe, igual el puesto habría sido tuyo si tu relato hubiera participado en concurso. Gracias.
EliminarFelicidades, estimado Isan, por este tintero de plata tan merecido y que lo celebres por todo lo alto.
ResponderEliminarUn abrazo.
No te quepa duda de que lo celebraré. No se gana todos los dias, meses un Tintero.
EliminarUn abrazo.
Isán, te devuelvo la visita. Aprovecho para releer tu historia porque me había encantado, y te felicito por el magnífico trabajo. Nos vemos....
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Matilde. Seguiremos dándole. Un abrazo.
Eliminar¿Ves? Te lo dije, Isan, valió la pena esperar.
ResponderEliminarUn magnífico relato que tiene un merecidísimo tintero. ¿Qué esperas para colgarlo?... y vete haciendo espacio que seguro vendrán muchos más.
¡Enhorabuena!
Me lo dijiste y no termino de creérmelo. También te vaticiné yo como ganadora. Estoy encantado de seguir tu estela esta vez. Veré por dónde lo cuelgo el cuadro. Felicidades a tí.
EliminarENHORABUENA, Isan, por tu Tintero de Plata. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Paco, también a ti hay que felicitarte. Un abrazo.
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