2013-04-26

DE LA PALANCA A LA NANOTECNOLOGÍA

Dicen que es la rueda el mayor invento de la humanidad. A partir de su uso el hombre no ha parado de inventar. Cada día a un ritmo más vertiginoso se ha ido acelerando su progreso y un nuevo invento conduce a nuevos avances en muy diversos campos con un efecto exponencial.

La palanca tal vez no se puede considerar un invento sino un descubrimiento, pero para mi tiene tanta importancia como la rueda. Cuando yo tuve noción de su existencia ejerció sobre mí una atracción mayor que aquella. Su enunciado lo dice todo: potencia por su brazo es igual a resistencia por el suyo. Qué enunciado tan sencillo y con tanto contenido. No en vano Arquímedes dijo: Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo. Aunque más que una realidad debió ser una formulación teórica para dar importancia al artilugio. Hay un estudio de algún matemático que ha calculado que para mover el mundo se necesitaría una palanca mas larga que la distancia de varias galaxias y moverla una velocidad muy superior a la de la luz para desplazar la Tierra un centímetro. No se, son magnitudes que se me escapan.

Palanca y rueda, dos utensilios para mover. Luego vino la máquina de vapor que, ayudada del agua, también produce movimiento y que supuso la revolución industrial. De ahí a la nanotecnología que también mueve o manipula y, aunque estemos el sus albores, es la gran revolución de la humanidad.

La posibilidad de trabajar a escala nano ha abierto un campo inexplorado casi sin límite. Si nos parece inmenso el espacio, también es inmenso lo pequeño. Para hacernos una idea de por dónde no movemos, un nano es la mil millonésima parte de cualquier medida. Por ejemplo en un milímetro hay un millón de nanómetros. Trabajar a esta escala es poder manipular átomos y moléculas. Sirve para todo. Desde la curación de una enfermedad a la creación de nuevos materiales adaptados a las necesidades o a la obtención de nuevas energías limpias.

Pero entre la palanca y la nanotecnología ha llovido mucho. Descubrir que con un palo se podía mover una piedra debió ser de infarto. Ahora meterse en un laboratorio con toda la tecnología a tu alcance y no parar de investigar se me antoja muy fácil. Yo me quedo con ese tiempo entre lo uno y lo otro. Periodo de inventiva a raudales, derroche de ingenio y practicidad.

Me admiran los inventores. Porque hay que darle al tarro para sacar una carretilla, unas tijeras o una balanza de una palanca. O Arquímedes -otra vez el gran inventor- con su tornillo sin fin que es capaz de elevar el agua con un simple giro. Me sorprende cómo se puede descubrir que una persona puede levantar un gran peso sin esfuerzo ayudado de una cuerda y unas poleas. Me refiero al polipasto. Me asombra cómo Galileo pudo calcular la distancia de la tierra a la luna o realizar descubrimientos astronómicos con la ayuda de un telescopio compuesto de unas rudimentarias lentes que hoy lo supera cualquier juguete. O herramientas practiquísimas como los relojes, los rodamientos, la llave de carraca, el sacacorchos, el compás...Y por último algo que me fascina: los aspersores. ¡Qué tecnología más sencilla! Sin necesidad de una energía suplementaria, sin corriente, sin pilas, sin combustible, la simple presión natural del agua hace que se mueva, lance el chorro con más o menos potencia y caudal, a más o menos distancia, difuminada o a chorro, gire 360º o limite su recorrido. Y mientras él trabaja, tú a otra cosa.

Todos son inventos que hacen la vida más fácil, o eso parece. Lo analizaré en un próximo post.





2013-04-12

JORGE OTEIZA

Después de mi anterior post donde trato de desmitificar al líder, vengo ahora, en una contradicción más aparente que real, con este reconocimiento de la figura y obra de una persona excepcional como es Jorge Oteiza, de quien se cumplen ahora diez años de su muerte.

Dicen los expertos que es imposible conocer a Oteiza y que no te influya. A mi me impactó sin apenas conocerle. Y, sin entender de arte, intuyo que Oteiza es un genio universal y total. Escultor, poeta, filósofo, dibujante, cineasta y músico, su obra va más allá de lo que ves con los ojos. Y cada día es más actual.

Conceptos como la ocupación del espacio o la desocupación de la esfera lo dicen todo de quien propuso la estética como ciencia bajo la que subsumir todo el conocimiento. Ahí es nada. Yo me lo imagino vaciando los materiales para encontrarles el alma y dejando una bella obra.

Cómo no me va a parecer genial una persona que, cuando le preguntaron sobre su obra fundamental “Quousque tandem, ensayo e interpretación del alma vasca”, respondió: -Lo escribí yo, pero no he tenido tiempo de leerlo.

A partir de aquí esta entrada la completa Oteiza con alguna de las genialidades que nos regaló que no hacen sino demostrar que él es todo arte en su más pura esencia.

El hombre se define por lo que le falta: ya no me faltan a mí estatuas, luego ya no soy escultor”.

“El arte no es para los museos, es para el hombre, ¡para el hombre!”

“El artista aprende con el arte a intervenir en la vida…Ahora intervenimos en la vida, precisamente los que hoy podemos decir que somos verdaderamente artistas de hoy, los que hemos dejado hoy de hacer arte (por el arte). Desconfiad de los que están inclinados sobre su producción estética (si siquiera lo hicieses para saber si tienen o no lombrices!)

            No me gusta hacer lo que sé que me resulta muy fácil. Me paso a aquello que sé, pero que no he hecho, que es manera superable de hacer (el cine, la novela) de saber lo que aun intentar hacerse”.

¡Hala! Ahora los que estéis interesados a reflexionar sobre el arte, la estética y lo que dice Oteiza. Los demás podéis criticar mis contradicciones, si las apreciáis. O mejor, las de cada cual. En cualquier caso una visita guiada por la Fundación Jorge Oteiza de Alzuza no nos vendría mal a nadie.

2013-04-05

LIDERAZGO

Anticipo que no me gustan los líderes. Me refiero al concepto. Ni los ídolos, ni los santos, ni los gurús, ni los arrastradores de masas. Es una convicción muy arraigada. La vena ácrata que llevo dentro. Me gusta ir por libre y no me gusta el culto a la personalidad. Detesto la fantochada de perpetuar el tirón que ha tenido una persona en vida embalsamando su cuerpo, como hicieron con Mao, Lenin y pretenden hacer con Chávez. Parecido a quienes los santifican, les hacen estatuas o estampas y los adoran, como a Wojtyla. O a quienes les ponen un monumento en un parque y reescriben su historia con sus hazañas reales o ficticias, como a Napoleón o Che Guevara. En definitiva, el objetivo es el mismo. Modelos a seguir, referentes de unos intereses.

Soy consciente de que vienen bien los liderazgos, incluso que son, si no necesarios, eficacísimos. Alguien dijo que daba más miedo un ejército de cien ovejas dirigidas por un león, que uno de cien leones dirigido por una oveja. También Eisenhower lo definió en una frase: El liderazgo es el arte de conseguir que otra persona haga lo que quieres hacer porque quiere hacerlo.

Tengo para mí que gran parte del “fracaso” del movimiento 15M ha sido por falta de liderazgo. La idea de las asambleas, los debates, las puestas en común, eran muy enriquecedoras y prometían, pero eran poco resolutivas. Había muchos intereses encontrados y algunos elementos perturbadores. Faltaba un Daniel Cohn Bendit, líder del Mayo 68. Ahí queda eso.

Cualquier organización que se precie tiene su líder. Da igual que se trate de una organización social, económica, militar, religiosa, política, deportiva o musical. Es cuestión de emplear el estilo de liderazgo que le vaya bien.  No existe un prototipo de líder perfecto. Su liderazgo se mide por su eficacia. Ahora por los seguidores que tenga en Twitter. Yo defino como buen líder a quien tiene VPO. No se trata de una vivienda sino de Visión, Pasión y Ocasión.

Líder significa autoridad y, a veces, poder, aunque no tiene que ir necesariamente unido pero, si se da, el éxito está asegurado. Los hay de izquierdas y de derechas, espirituales y corporales. Muertos y espabilados. Los que lo heredan y los que se lo ganan por méritos propios. Puede ser con carisma o sin él, aceptado o impuesto. Puede crear seguidores, fans, adeptos o fanáticos. Pero la idea es la misma. La motivación de los grupos para alcanzar la eficacia en los objetivos. O dicho de otra forma, conducir a las masas a un determinado fin querido por quien se beneficia de ello. En definitiva, interés, control y dominio. El método es eficacísimo porque se repite a lo largo de la historia de la humanidad y todos los manuales apuestan por liderazgos fuertes.

La falta de individuos carismáticos o simplemente la necesidad urgente de resultados, hace que se fabriquen artificialmente o que los que destacan en un campo se trasladen a otro para el que no están preparados. Se les adornan de cualidades extraordinarias que no poseen y se les rodea de una camarilla de aduladores o palmeros. El resultado son éxitos efímeros y líderes de usar y tirar. Aparecen los arribistas, demagogos, oportunistas y mediocres que conducen al desastre y a la apatía general. Esto es con lo que ahora contamos. Ya no existen los Gandhi o los Luther King, pero, por suerte, tampoco los Hitler.

La gran mayoría acepta sumisa que le digan qué y cómo tienen que hacer las cosas. Rehuímos de tomar responsabilidades e iniciativas. Lo aceptamos como lo más natural y nos dejamos llevar con una candidez y entrega que a algunos les viene de maravilla. Es por eso que hablar de líderes es hablar de masas y hablar de masas es sinónimo de incultura y manipulación.

Tal vez iríamos mejor con menos consignas y más argumentos, con más compromiso social y menos borreguismo.