2011-05-16

LA PERVERSION DEL LENGUAJE

En el blog de un amigo suele meter mano -en este caso comentario a modo de puntualizaciones gramaticales-, un seguidor acérrimo del “Limpia, fija y da esplendor”. No me gusta su papel de profesor gruñón por libre por su forma de corregir y su única obsesión con la forma. Que si a los números ordinales no hay que ponerles puntitos, como tampoco detrás de un cierre de interrogación, etc. Así que es un puntualizador o un puntillista. Tampoco me gusta el alias pretencioso que se ha buscado: Mario Moliner. Aunque admito que cada quisqui es muy libre de divertirse como le salga. A este le ha dado por ir desfaciendo entuertos.

A mí, admitiendo el valor que tiene un simple acento ya que en la misma palabra cambia de significado: yo critico al crítico que criticó, me parece que el verdadero sentido del lenguaje y la literatura es algo más importante que la ortografía. Una segunda capa del lenguaje que sería el estilo, la impronta de cada uno, y la última y más profunda el núcleo del discurso, el mensaje, el argumento, etc.

Me llama la atención cómo la ambigüedad del lenguaje se presta a interpretaciones dispares. Cómo las frases descontextualizadas pierden su verdadero significado. Cómo, siendo fundamentalmente una herramienta de comunicación, se manipula para nuestra propia conveniencia, para dar un aire positivo a un concepto o a un comportamiento. 

Pero donde alcanza su máxima sofisticación es en la política. Ahí es donde se da la auténtica perversión del lenguaje. Expresiones como campos de concentración, ataque preventivo, daños colaterales, tratan de camuflar la realidad del exterminio, la guerra y las muertes de inocentes. Paises en vías de desarrollo quiere decir por debajo de otros, pues todos los paises están desarrollándose. Una persona que va de Marruecos a Andalucía -30 Km- es un emigrante, pero una que va de Andalucía a Euskadi p.e. no lo es. Aunque si hay una sola palabra manipulada hasta la saciedad es LIBERTAD.

Me asombran esos nombres tan categóricos que tienen las figuras retóricas, tropos o expresiones: sinécdoque, oximorón, hipérbaton, pleonasmo. Me hacen gracia los frecuentes errores que se cometen cuando se dice inverosímil por indiferente, homófobo por homófono, cantidad insurgente por ingente. El otro día por el monte me decía un compañero de marcha que las flores habían polemizado.

No puedo dejar pasar la oportunidad de decir dos magníficas palabras inventadas por mis hijos -una cada uno- que no necesitan explicación de su significado: fantasticular y precaudente. Me admira su capacidad de síntesis.

Otra categoría son las palabras que se inventan cuando existen otras mejores que dicen lo mismo: aperturar, externalizar, portabilidad, conectividad, recepcionar. O las frases hechas: poner en valor, va a ser que sí, que sepas que, por último decir, sí o sí. Y la que más me gusta: implementar dinámicas de consenso. Para nota son las de género: Todos y todas. Jueza (¿por qué no juezo?), hasta llegar a lo que dijo la Ministra: miembras.

El lenguaje de los jóvenes, fundamentalmente en la transmisión de mensajes sms pero también cara a cara, será práctico pero muy empobrecido y se presta a errores de interpretación.

Lo de las citas viste mucho, vengan o no a cuento, y cualquier cosa que se diga en latín, o ahora en ingles, suena más profunda o más verdad.

Con la literatura -y mucho más con la poesía- me pasa como con la pintura, con las instalaciones y, en menor medida, con la música experimental, más que todo porque la sigo menos. Ya no basta con hacerlo bien. Con transmitir ideas, valores, sentimientos, diversión, información o lo que sea y hacerlo en un formato propio y atractivo. Hay un lenguaje nuevo para iniciados. A mi me resulta raro y difícil. Encontrar uno que me satisfaga es complicado. Igual que con el resto de artes que en otro post anterior critiqué.

El otro día me decía un compañero que le hacía mucha gracia una expresión que suelo emplear: antes más…Tengo que mirar el origen de una expresión tan ostentórea.

          Me gustaría saber pintar, tocar un instrumento –ambas cosas he intentado con estrepitoso fracaso-, pero lo que realmente me haría más ilusión es saber escribir.

2 comentarios:

  1. Desconozco tus habilidades en la música o en la pintura, pero escribir no se te da nada mal.

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  2. Por cierto, en agradecimiento a los que queramos dejar nuestros comentarios en este blog... podrías por favor eliminar la opción de verificación de palabra? Es muy molesta, como una mosca cojonera, diría yo.

    Gracias de antemano.

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