2014-01-24

SIMPLEMENTE NÚMEROS

Los números son un concepto abstracto sin identidad propia, pero sin ellos no podríamos vivir.

Cuando se inventaron se abrió un mundo nuevo para la humanidad del que ya no se pudo prescindir. Dependemos de ellos absolutamente, tal como se ha organizado la sociedad. A más civilización, más números. Y todo partió, supongo, de que alguien vio la conveniencia de distinguir o valorar entre uno y varios, o algo parecido.

Cualquier aspecto de nuestra vida se traduce a números, incluso aquello que no es necesario. Decir que alguien ha montado el numerito es una expresión que nada tiene que ver con las matemáticas. No hay nada más frío y neutro, pero sin embargo cuánto nos divierte un sudoku. También se dice que los números cantan y que todos tenemos un número talismán o preferido. Incluso muchas personas son tratadas como simples números.

Ejemplos paradigmáticos de la utilización práctica de los números son la estadística y, no digamos, la informática. Simplemente un circulito y un palito –o para ser exactos un cero y un uno- dan vida a uno de los mejores inventos de todos los siglos.

Cualquier número vale. Un cero de más en tu cuenta corriente te puede arreglar el día, el mes o el año, dependiendo de otros ceros que haya antes.

Hoy leía en la prensa –digo hoy pero puede ser cualquier día- varias noticias haciendo abstracción de números, cifras o cantidades, y las noticias carecían en absoluto de sentido o quedaban manifiestamente incompletas.

Ayer jueves se cumplieron 1200 días desde que inicié el blog y coincidió que recibía la visita 8000. Dos números que invitan a la celebración o, al menos, a fijarse en la contundencia de su redondez.

Y es aquí donde yo quería llegar. He dividido las visitas entre los días para hallar la frecuencia –pura estadística- y me encuentro con que el número resultante es el 6´66. Nada menos que ¡el número de la bestia! o el anticristo. Últimamente han surgido interpretaciones de que este número 666 se identifica con la World Wide Web enlazando con lo que dice el Apocalipsis, el hebreo o el arameo y el paralelismo existente entre las tres W y la escritura del 666 en números romanos.

Para que luego digan que los números son fríos. Como los que llenan el Kamasutra, o el mítico 90-60-90 que tenía quien usaba Chanel nº 5 para dormir, o el 10, que lo dice todo de quien lo tiene en su expediente.

Una última reflexión. Los números son el reflejo más crudo del impacto del hombre sobre la naturaleza.





1 comentario:

  1. No está mal, pero la última reflexión no llego a captarla

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