2011-10-04

MANERAS DE VIAJAR

Aunque en este blog no se ha notado, he vuelto de vacaciones.

Estaba cantado que mi post iría de ello, pero no quiero hacer un relato al uso: que si los controles del aeropuerto son cada vez más humillantes; que si todo muy bonito; que hemos ido por aquí y por allá.

Primero quiero hacer notar la diferencia entre viajero y turista y sus consecuencias. Yo, que quisiera ser de los primeros por mi espíritu aventurero y curiosón, no me queda otra que ir de lo segundo. Cambio la mochila y las rutas sin decidir y sin mirar el calendario, por el pack completo –avión-traslados-guías-hotel-12 días. Esta opción, aunque vayas de borrego, al menos te garantiza visitar lo más reseñable del lugar y siempre te queda margen para la improvisación.

Si vas en este plan indefectiblemente te cuelgan el cartel: turista = tonto y/o simple. A algunos les va que ni al pelo. Sobre todo si el grupo es numeroso. Confunden buen humor con risotadas histriónicas, comentarios elevados de tono (de los dos), comparaciones odiosas y humillantes para los nativos, críticas y quejas infundadas o exageradas, empleo de los topicazos más previsibles. Sueles topar con niños consentidos y displicentes. Se establece una competición por ser el que ha visto más cosas, ha realizado más actividades, o se lo ha pasado más guay.

Como en este viaje la Goretti, natural de Burgos y en viaje de novios, envidiosa de no tener nuestro hotel por el que hubiera pagado lo que sea pero la agencia no me lo ofertaba. Tenía obsesión por realizar todas las actividades posibles, sobre todo si las habían hecho otros. Tanto es así que se fue prematuramente de la excursión en la que coincidimos por realizar otra. Acaparaba las explicaciones del guía, se colaba para captar las mejores fotos espantando a la fauna y te daba su E-mail para que le enviaras aquellas fotos que no había podido conseguir. (Le estoy preparando una de mi dedo corazón enhiesto).

Por otro lado, muchos guías -no todos- en su afán por hacer más amenas las explicaciones e interactuar con el personal, suelen utilizar el recurso fácil de las bromas y las anécdotas del estilo de: a estos cocodrilos los alimentamos con los turistas que no atienden o se quedan rezagados. O esta de Praga que es verídica: Por esta ventana tiraban a los políticos que lo hacían mal. (De ahí la expresión defenestrar, de fenestra=ventana en latín). Se inventan tradiciones inexistentes, como nos relataba un guía Italiano que al entrar en cierta iglesia había que hacerlo de espaldas por no se qué maleficio. O el vienés que decía que daba buena suerte tocarle ambas tetas a la vez a la estatua que adornaba unos  jardines. O los japoneses que se volvían locos de contento cuando les mostraban en un templo egipcio una palmera del tiempo de los faraones. Lo que colma el vaso es la tarántula que nos señalaron y que causó la admiración del grupo, que asomaba tímidamente de una cavidad en la piedra. Marta, por aquello de sacar la mejor foto, la removió con un palo y resultó que  solo había tres patas estratégicamente colocadas. O el nido de colibrí mirado por telescopio –qué sospechosa rapidez y precisión en localizarlo- que ni se movió ni pió mientras 15 ó 20 nos turnábamos en el objetivo.

O sea, que aunque este cuadro que he pintado un poco exageradamente va mejorando pues la cultura viajera va civilizando a la gente, no me gusta ir en grupo. Pero siempre puedes sustraerte a la vulgaridad, elegir compañeros o, como frecuentemente nos pasa, viajar solos o con alguien con quien sintonizas bien, como en el último viaje.

Si tuviera que valorar con nota mis viajes por las satisfacciones que me han reportado, todos estarían entre el ocho y el nueve.

Intuyo que puede existir el diez, pero también intuyo que ese viaje no lo voy a hacer.




4 comentarios:

  1. Joder con la Goretti...me la estoy imaginando jajajaja

    Y lo que dices sobre los guías chistosos, te doy toda la razón...como dice un amigo mofándose de una canción de Bustamente...son un poco "devuélveme la vida, que me la has quitado, me la has quitado". No sé por qué, pero ya siempre usamos esta expresión para definir a la gente estilo Goretti o guía graciosillo...sobre todo cuando hemos bebido algún gintonic.

    Abrazos!

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  2. seguro que a la goretti le duraba la excitación de la boda y todo eso.

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  3. ¡¡Queremos una foto de Goreti!!

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  4. Ya te veo que vas por ahí como esos grupos de turistas japoneses, con la cámara de fotos y mirándolo todo con sus ojitos.

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