El año 1969 comenzó un
miércoles, lo cual no tiene mayor trascendencia, pero ese año que nació tan
anodino aparentemente, marcó una
impronta en el devenir de la sociedad. El 69 ya venía marcando tendencia desde
que el Kamasutra lo incluyera y resulta ser, si no el más practicado, el más
conocido. La excusa por la que lo traigo aquí es por los cincuenta años que han
pasado Un aniversario lo suficientemente redondo como para recordar.
Ocurrieron muchos
acontecimientos que cambiaron definitivamente la forma de ser y de entender el
mundo y las relaciones. Muchos inconexos, otros consecuencia lógica de un
modelo acabado. Armstrong, Aldrin y Colins fueron a la Luna. Se protestaba por
la guerra de Vietnam. Por contra Charles Manson (no confundir con Marilyn
Manson que nació ese año) y su panda de iluminados asesinaban a Sharon Tate y
seis amigos más en una macabra orgía de locura y sangre. Los movimientos de
lucha armada proliferaban por todo el mundo. Panteras Negras de EE.UU, el
Congreso Nacional Africano, Brigadas Rojas italianas, Banda Maader Meinhof de Alemania,
Ejército Republicano Irlandés, Organización para la Liberación de Palestina,
Euskadi Ta Askatasuna en Euskalherria, infinidad de Frentes de Liberación
Nacional repartidos por todo el mundo: Europa, África, América desde el sur a
Canadá, Japón y Asia. Unos tuvieron más éxito que otros y gozaron de irregular
aceptación popular. Parece una paradoja, pero es un llamativo contraste que paralelamente
a estos grupos, se desarrolló el movimiento Hippie que promulgaba paz y amor:
«Haz el amor y no la guerra» fue consigna muy celebrada.
Un potente movimiento contracultural sacudió
Europa y América. Ese año Los Beatles dieron su último concierto en público en
la azotea de su estudio y lanzaron el disco Abbey Road con la ya mítica foto en
el paso de cebra homónimo que fue portada. Se celebró el memorable concierto
de Woodstock considerado el mejor
festival de la historia y un símbolo de contracultura, pero que
organizativamente fue un desastre, con Jimy Hendrix, The Who, Credence
Clearwater Revival, Janis Joplin, Joan Baez, Santana, Joe Cocker, entre otros. Leed
Zeppelin lanza su primer álbum. Mientras todo este movimiento rompedor tomaba
las riendas de una forma de entender la vida que trascendía a lo musical.
El
mundo estaba dirigido por gentes como: Leónidas Brézhnev, Richard Nixon, George
Pompidou que ese año tomaba el relevo de Charles de Gaulle, Willy Brandt, Gadafi, Golda
Meir, Yaser Arafat y, cómo no, Francisco Franco. España iba por libre. Este año
de marras designaría como sucesor de su dictadura a Juan Carlos en calidad de
Rey de España por la gracia de Dios. En consonancia con una sociedad de
represión y misa, el título que trae causa a este post lo interpretaban de
manera entre rancia y mojigata como «Naipes, mujeres y vino, mal camino».
Los «Made in China» no eran siquiera
un proyecto. Mao Tse Tung (Mao Zedong para los amigos) ya no era el dirigente
del gobierno apartado por Deng Xiaoping, aunque mantuvo su liderazgo ideológico.
En este año 1969 el Partido Comunista da por concluida su Revolución Cultural.
Entre tanto, en occidente se recaudaba dinero para los chinitos con una hucha
con forma de cara de chino. Ahora, con esas limosnas, parece que administradas
con tino y visión de futuro, han prosperado hasta el punto de comprar deuda de muchos
países y convertirse en segunda potencia mundial. Pero esa es otra historia.
Estos años fueron muy
prolíficos en la creación de estados en un proceso de descolonización,
fundamentalmente en África. En 1969, España se retira de Ifni como anteriormente
lo había hecho de infinidad de países, el último el Sahara en 1976 de forma
ignominiosa. Lo cual demuestra que España no es Una Grande y Libre, que la indisolubilidad
de la nación no es un dogma y que el sol se pone más a menudo en su solar. Y no
pasa nada si esto ocurre. Que siga el proceso en PAZ.
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