2015-01-16

UN REGUERO DE INMUNDICIA

Hay ocasiones -especialmente estos días- en las que pierdo el interés por continuar el blog. Siento como si hacerlo fuera una frivolidad. Pero, a su vez, tengo un sentimiento encontrado; el de dar salida a un estado de ánimo de impotencia; de liberar la desazón que se va acumulando y que hace tiempo desbordó el vaso dejando un reguero de inmundicia humana.

Gente que por ideales, reales o irreales, divinos o terrenales, altruistas o descabellados, utópicos o simplemente basura, llegan al convencimiento de que esos objetivos se deben conseguir matando. Caiga quien caiga.


Ciudadanos de bien y de orden, permisivos consigo mismos y con los suyos, intransigentes e intolerantes con los demás, que con el pretexto de actuar en defensa propia y de sus valores, instigan al odio, la exclusión del diferente, fomentan la marginalidad, levantan muros y fronteras y piden mas mano dura.


Obispos, rabinos, ayatolás y demás gurús de variado espectro que se inventan preceptos divinos para satisfacer sus peores instintos. O que dicen seguir el mandato divino para exterminar al infiel. En el nombre de Dios se justifica todo.


Gobiernos canallas y mezquinos que en un falseamiento de la democracia, anteponen la llamada cuestión de estado al cumplimiento de los Derechos Humanos, para mantener aferrados al poder los privilegios de su casta.


Políticos pusilánimes que su único afán es meter mano a la caja común con la cobertura que les da el sistema, mientras hacen leyes restrictivas o de venganza que aplican a los demás con premeditación y alevosía.


Poderosos codiciosos con tal acumulación de riqueza que para saciar su criminal apetito llevan a la miseria y a la desesperación a millones de congéneres.


Periodistas con la libertad de expresión por bandera, que de informadores pasan a creadores de opinión y de aquí a intoxicadores, alentando y jaleando la xenofobia y, en muchos casos, señalando objetivos.


Magistrados y Jueces que se pliegan a las directrices de políticos y poderosos para mejor aposentar su culo o directamente para reafirmar su ideología fascista, retorciendo hasta hacer irreconocibles las leyes que dicen defender.


Mercenarios, espías y uniformados de todos los rangos y colores, que con el pretexto de la obediencia debida, la seguridad y las libertades, dan rienda suelta al monstruo que llevan dentro y se prestan gustosos a matar, torturar, acosar o presionar a quienes pueden incomodar el estatus de quien les pague.


Cada día hay más pobreza, mas injusticias, más dolor y más miedo. Y una vez que se ha apoderado el miedo, ya no hay nada que hacer.


Hoy solo quería escribir esto. No tengo ganas de nada más. Ni siquiera de analizar si hay salida, porque hoy me encuentro cansado e impotente o porque intuyo que lo que viene después repite el mismo esquema. Quizás mañana. 

3 comentarios:

  1. Valiente comentario. Creo que están todos. Pero no te desanimes. Encontraremos la salida

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  2. Cuando decidieron los gobiernos de las naciones someterse al poder económico, o cuando el poder económico consiguió comprar a los gobiernos de las naciones, ahi fue cuando empezó la era capitalista. Y vivimos en ella, ya no somos libres, la sociedad está sumisa, lo sepa o lo ignore, la sociedad está institucionalizada al sistema. Nos individualizan. Nos facilitan las herramientas adecuadas para manternos bien alejados el uno del otro, no vaya a ser que choquemos, y salgan esos gritos. Pero somos muchos que desde nuestro silencio queremos que esto cambie, nos rebelamos. Y mientras exista gente asi, estáte seguro que llegará el momento del cambio.

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  3. Confío en que así será. Gracias por tu comentario.

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