2022-09-15

LA HISTORIA SIN FUTURO

 A menudo, cada día más, confundimos desarrollo con progreso y crecimiento con bienestar, para terminar abrazados a un consumo compulsivo o excesivo. El filósofo Byung-Chul Han afirma que el liberalismo ya no necesita de la democracia para sobrevivir. Para qué quieres libertad —añado yo— si te convencen de que puedes tener a tu alcance todo lo que desees.

El término liberal no deja de ser un eufemismo que esconde comportamientos abusivos, en definitiva poco democráticos. Cuando determinadas personas o grupos utilizan la palabra libertad, yo me echo a temblar.

Se entiende muy bien cómo funciona el sistema ultra liberal: propugnan bajar impuestos, piden subvenciones, privatizan beneficios y socializan pérdidas. Naturalmente, ante la falta de recursos de las administraciones para dar servicios púbicos, la calidad de los mismos se devalúa, con lo que justifican su privatización poco a poco. Este modelo deshumanizado donde la ética brilla por su ausencia es el que impera. Es el que está anulando los valores como seres humanos y nos avoca a un futuro negro si no inexistente. Lejos queda el pensamiento filosófico de Sócrates y Platón que se construyó en Grecia y con los que se conformó Europa. El culmen (de momento) es lo que ahora se ha etiquetado como “generación ya”. Me parece que a esa definición le falta añadir “generación yo, ya”. Ya no pensamos en la colectividad sino en el aquí y ahora prescindiendo de los demás.  Solidaridad y cooperación son términos que no manejan. La mansedumbre social es el signo más claro de una clase y una época que permite a quienes rigen el mundo hacer con nosotros lo que quieran.

La globalización aparentemente prometía el fin de las desigualdades y el acceso de todos a los recursos, pero está resultando ser el mayor error de la civilización. Es una vuelta más del sistema para esquilmar recursos estén donde estén. Quizás habrá que pensar en que no es tal error sino que todo está saliendo como lo planificaron. Este sistema es inviable, se desmorona y la guerra de Ucrania ha agudizado la falta de recursos, por lo que se buscarán explotando otros lugares sin cambiar el paradigma consumista y materialista que está haciendo estragos. Siguen insistiendo en seguir con él a costa del sufrimiento de la gente y la destrucción masiva del medio. Cuando parecía que la batalla de la energía nuclear estaba ganada, vuelven a plantearla masivamente, lo mismo harán con el fracking. Lo malo es que para cuando queramos poner remedio, ya será tarde.

Necesitamos más valores, o mejor dicho recuperarlos, más democracia, menos crecimiento y menos rapiña. Porque los recursos son limitados y los estamos esquilmando.

5 comentarios:

  1. Hola, Isan, ¿qué tal el veranito? Vaya entrada más reveladora. Unas premisas que se saben que están pero nadie hace nada. Porque cada cual mira por lo suyo. Eso es la globalización, pensar que lo tenemos todo, aunque en realidad cada vez tenemos menos. Mi abuelo, hombre de campo, le compró un piso a mi madre en la capital para que pudiera estudiar. Eso, 60 años después es impensable, para ello deberías ser un magnate con dinero chorreando en cada paso. La vida ha cambiado, y todo por la libertada dichosa. Y es que, como dijo no sé quién, la gente necesita dinero para ser libre pero compromete esa libertad para ganar dicho dinero. La pescadilla que se muerde los huev..., digo, la cola.
    Un abrazo, Isan, me alegra volver a pasar por aquí y leer tus raciocinios, o como se llame.

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    1. Hola, pepe. Es verano está cundiendo porque lo estoy alargando lo que pueda. La vida ha cambiado, no cabe duda. Como dices, es la pescadilla que se muerde la cola. Me pasaré por tu blog porque tengo que felicitarte por tu magnífica entrada en el Tintero y por la propuesta. Un abazo.

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  2. Nuestra forma de vida se acaba. Las autarwuias toman el control. Los occidentales coquteamos con los populistas (preautarquias democráticas, brecit, Lepen Trump ) y el virus, que cada vez parece menos casual, nos ha cortado de raíz nuestra forma de vida (eso wue deberíamos conservar a toda costa). Ya nadie hace cosas que antes hacía, y ya no volverá a hacerlas.
    Los europeos estamos solos.
    Saludos Isan, no he concluido nada, pero

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    1. Hola, Dices que no concluyes pero dices mucho como para darle unas vueltas. Gracias por comentar, tú siempre tan interesado en hacerlo. Un abrazo.

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