Hace pocos días recorrían la red, los telediarios y los periódicos unas supuestas fotos de estudiantes de la Universidad de Deusto en pelota picada. Al parecer habían sido robadas a través de sus whatsapps y colgadas en la wifi del campus. Se armó el revuelo correspondiente; que si eran fotos personales; que les habían destrozado la vida a las pobres; que una se había suicidado, etc. Inmediatamente se convocó una concentración de estudiantes en solidaridad con sus compañeras y en repulsa por tamaña ignominia.
Yo creo que todo esto es pura farsa. Es lo que en términos usados por los internautas se denomina fake: algo que no es lo que aparenta, un montaje, un anuncio falso. Nadie conoce a las despelotadas, no ha habido suicidio y la universidad desmiente el uso de sus sistemas de comunicación. Este montaje solo ha servido para solaz de pajilleros y entretenimiento de ociosos.
Internet tiene estas cosas. Derepente algo recorre la red y en cuestión de horas ha sido visto por millones de personas en los ámbitos más recónditos. Pero todo es inmediato y efímero en Internet. Lo que parece la rehostia, en dos días está olvidado. Remedando a Milan Kundera es la insoportable levedad de la red. Eso sí, como quieras que algo desaparezca, lo tienes crudo.
Todo lo que es superficial tiende a pasar sin dejar huella, por esto creo que en esto de la intimidad de la imagen estamos sacando las cosas de madre. No me parece que los que se manifiestan desnudos, quienes hacen películas mostrando su desnudez, las y los modelos, La Toya Jackson cuando exhibió una teta en una actuación y un sin fin de ejemplos, hayan hecho mella en su reputación o prestigio. Además muchos de los llamados robados son consentidos.
Yo mismo tengo unas fotos en una playa sin bañador, eso sí, con menos años, kilos y arrugas, y me trae sin cuidado lo que hagan con ellas, y eso que el poseedor de los negativos es de los que se le ocurren perversas intenciones cuando se trata de joder al personal. En la ventana de la derecha de este blog un porcentaje alto de las fotos que exhibo están sacadas sin consentimiento. Espero que no me lluevan las demandas por derechos de imagen.
Cuando hay por medio un niño la cosa toma cariz de delito. Me comentaba el otro día una persona que en el colegio de su hija, cuando va de excursión, le hacen firmar un consentimiento para poder sacar fotos en el reportaje correspondiente. A mí y a mis hermanos de niños nos han sacado infinidad de fotos especialmente en fiestas y las han publicado ¡¡¡sin pixelar y sin permiso!!!
Con todo esto saco varias conclusiones. Primera, creo que a estas alturas de la peli todos deberíamos saber las consecuencias de nuestras acciones y haber transmitido este peligro a quienes dependan de nosotros. La segunda es que si hay algo que no quieres que se sepa, no lo hagas, no lo digas, no lo enseñes. Y la tercera que si quiero que este blog adquiera más relevancia, tendré que plantearme enseñar palmito o esas fotos de juventud que mencionaba.
No estaría mal que empezaras a enseñar algo como la cara, aunque solo sea para saber con quien tratamos
ResponderEliminarA mi no me gusta que se deshaga la magia del anonimato.
ResponderEliminarCon relación a lo que se publica en las redes sociales, hay que tener mucho cuidado. Hoy las empresas es donde primero miran, y lo mismo hace cualquiera que quiera indagar en los perfiles que interesan por cualquier circunstancia. No solo es un juego intrancesdente.