2012-06-30

LA QUÍMICA DE LA ATRACCIÓN

Hay personas desconocidas que constantemente se están cruzando en tu vida. De vez en cuando hay alguien con la que sientes una atracción especial. Una mirada cautivadora o una sonrisa que te deja sin respiración. Un olor que inunda tu cerebro. Un roce que genera una descarga eléctrica que recorre todo tu cuerpo. La elegancia de su porte o esa forma amable de abordarte ejercen una aceptación inmediata. Intuyes que  las posibilidades de acercamiento son factibles.

Tu cuerpo se predispone a ello. El corazón se acelera, sube la presión arterial, se pone en marcha tu sistema nervioso, se crean hormonas específicas, y aumenta la producción de adrenalina. Los efectos se notan de inmediato. Son devastadores para la estabilidad emocional.

Por lo general ocurre con personas que sexualmente te atraen, para las que de natural estás más predispuesto, pero pasa en menor medida con cualquier otra persona. Hay con quien al instante sabes que te podrías entender y otras con las que estás seguro de que no vas a congeniar por mucha voluntad que pongas. Inconscientemente recibes un mensaje negativo y ya no hay nada que hacer. Otras, sin embargo,  las más, te dejan indiferente.

La carga genética y la herencia cultural parece que son las responsables de ello. Debe ser esto la química de los cuerpos. Hay ciertas combinaciones  imposibles y otras que ligan bien. Cuestión de atracción y repulsión. Química para la que es imprescindible que tanto emisor como receptor emitan ondas compatibles. También de vez en cuando se da una atracción fatal. Pero esto entrará, supongo, dentro de los errores admisibles por el mal funcionamiento o por otras interferencias externas.

A fin de cuentas las personas no somos una excepción en el devenir de la naturaleza. Nuestras reacciones obedecen a los mismos principios  de la física y la química. Nuestros pensamientos, nuestra voluntad son simplemente reacciones químicas. Si quieres muy complejas y sofisticadas. Tanto que puede parecer que tienen alma propia y diferenciada de la herencia genética. Lo que algunos denominan soplo divino. Pero con toda certeza nada de lo que hagamos se desviará lo mas mínimo de las leyes de la naturaleza. Aunque se de la contradicción de que muchas acciones humanas atentan directamente contra la propia naturaleza, pero no va por ahí la reflexión.

El investigador Arthur Kornberg y Premio Nóbel de medicina compartido con Severo Ochoa, decía que el comportamiento humano individual es simple química. Que no se salva ni el amor, ni las ambiciones ni ninguna de las más complejas emociones humanas. Hasta la felicidad o la tristeza se pueden explicar en términos químicos. La mente es solo materia.

El tiempo de duración de una relación dependerá de la ponderación posterior. Pero, como todo, esto también tiene fecha de caducidad. Dura el mismo tiempo que cada elemento conserva su propiedad. Cuando esto ocurre quedan dos caminos. O dejarlo o adaptarlo a la situación cambiante buscando intereses comunes, comprensión, tolerancia, afecto, amor profundo y sosegado.

6 comentarios:

  1. Esa mezcla de sensaciones, emociones,vivencias, carencias, necesidades afectivas que desarrollamos en nuestra más tierna infancia, combinado con eso que llaman feronomas, y de la que solo nosotros tenemos la fórmula, hace que nos sintamos atraidos o no por esa persona, que nos mira, tal vez sonríe e incluso nos habla, en ese momento. El resto, a tí de decidir.

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  2. Y todos esos estereotipos desarrollados, producto de todas esas vivencias, son los que nos vuelven vulnerables frente a él, ella o ello. Qué misterio!

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  3. Esta química no debe ser una ciencia exacta o no la dominamos bien por las veces que creemos que sí y nos equivocamos.

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  4. Esa química, es la fórmula más inexacta que existe. Cada uno somos un mundo, una dimensión. Admitámoslo, hay cosas que ocurren que ni las entendemos ni podemos explicar. La 2ª Ley de Murphy, dice: "Las cosas siempre son más compicadas de lo que parecen".
    "El corazón tiene razones que la razón no entiende", ésta es de Blaise Pascal.

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  5. Me parece bien que hables de física y de quimica, pero eso no está reñido con lo que tu tambien mencionas, el soplo divino. El que Dios dió a la figura que creó de barro como cuenta la Biblia. Sin Él no hay mas que materia, con Él hay vida. ¿O no?

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